Barei se ha pasado el último año allanando el terreno de cara a su nuevo álbum, ‘You Number One’. La cantante, que lo presenta con un título que evoca al autoestima, que anima a su oyente a quererse más y trata de compartir un mensaje empoderador con quien la escucha, ha reforzado aún más este proyecto con unas imágenes que la presentan en el baño, lugar donde se muestra frente al espejo en síntoma de autoaceptación.
Esta discutida estética sirve de envoltorio a un tercer álbum de la artista, que la lleva por derroteros más electrónicos, a ponerse juguetona con el dance, a coquetear con otros estilos, manteniendo, por norma general, un espíritu positivo y divertido, en el que sin embargo, tropieza una y otra vez con su mayor enémigo, y no permite que el sonido que busca termine de fluir en condiciones.
Antes de ahondar más en esto, parémonos a descubrir cuáles son nuestro cortes favoritos de ‘You Number One’:
Gotta Be Today
Si algo hemos destacado siempre de Barei, es que la cantante tiene buen oído para las melodías pop, y las construye, como compositora de sus propias canciones, con bastante acierto. ‘Gotta Be Today’ es posiblemente de los cortes más despreocupados del álbum, el tema que más libre suena porque no persigue una motivación a nivel producción que la acerque a ningún otro estilo determinado: es puramente pop y desbordantemente simpático.
“Si quieres ser más que un amigo, dame todo lo que tengas”, dice al describir una relación más allá del romanticismo y más cerca del juego. En este corte, Barei consigue el objetivo que vende su letra, y da en la diana de poner a bailar a cualquiera que la escuche.
Warning
De todos los drops que el disco tiene, y madre mía si los tiene, el de ‘Warning’ es el más funcional con diferencia, porque transforma una canción predominantemente uptempo en un corte de inspiración noventero gracias al saxo que sucede al estribillo, más efectivo que en muchas otras canciones del disco.
Y es que otra de las buenas ideas que Barei suene tener, y que también se dejó sentir en su anterior álbum, es que es consciente de que las canciones necesitan hooks que enganchen al oyente. Y a base de estrofas repetidas, ritmos sencillos y una letra accesible al público no necesariamente angloparlante, los consigue. El final del tema, con un teclado de fondo que va ganando peso, es de nuestro momentos favoritos de ‘You Number One’.
With The Flow
La segunda parte de ‘You Number One’ cuenta con un par de downtempos que relajan el espíritu generalmente bailable del disco. El más interesante de ellos es ‘With The Flow’, en el que Barei vuelve a jugar con los coros infantiles de ‘I Don’t Need To Be You’ y deja el peso de la canción en un piano que guía al oyente a través de los minutos. Con mucha diferencia, la canción tiene el estribillo más elaborado del disco, que habla de tratar de salirse de la corriente general, buscar una salida diferente a la de todo el mundo, y lo complicado de intentarlo.
Con estas tres canciones como bandera, os preguntaréis cómo hemos llegado a pensar que el tercer álbum de Barei fracasa con varias escuchas: si es divertido, si cumple con el mensaje que promete y si su intuición con hooks y melodías es la correcta. Pues bien, el problema de ‘You Number One’ son los drops de los temas.
Así de primeras, podría parecer apenas un detalle más en las canciones, una razón nimia a la hora de evaluar un disco hacia lo negativo, pero no lo es: los continuados drops, en todas y cada una de las canciones del álbum, convierten en producto en pesado, largo y terriblemente predecible. Uno ya sabe que después de lo que se presume como estribillo, la cantante va a ceder en control a una parte instrumental, por lo general bastante más pobre que las melodías de sus letras.
Siendo una compositora tan eficaz como es, ¿por qué jugar al juego de perder el control de la canción, pudiendo vestirlas todas con un estribillo con letra, y cargando todo el peso en la melodía del mismo? Cada una de las canciones de ‘You Number One’ tiene su aquel: el saborcito trap de ‘Not A Drama’, la frescura de ‘Loosen Up Get Me Higher’, el coro y mensaje antibullying de ‘I Don’t Need To Be You’, el exótico acercamiento al reggae de ‘Ready Or Not’… pero todas ellas terminan tropezando con una producción musical que parece llegar empujando a Barei fuera de escena. Durante unos largos segundos, no queda nada de ella en las canciones, como si fuera apenas la colaboradora de un DJ de turno.
Y es una pena, porque incluso vocalmente está espléndida en ‘My Fault’ o la más contenida ‘Bitter Cold’, pero es que, de nuevo, cuando uno está cogiéndole el gusto a Barei, la pierde de vista y aparece la parte instrumental. Cierto es que también hay otros temas, como la feísima ‘Worry Worry’, o el single que presenta el disco, ‘You Number One’, que resultan bastante más pobres que muchas de sus acompañantes, pero en general, existe un notable puñado de proyectos de buenos temas en el disco.
Proyectos, eso sí. Y es que, estando Barei enviando un mensaje de invitación al autoestima, a la valoración de sí mismo, y al ponerse, por un momento, por delante del resto del mundo, ya podía haberse querido más en ‘You Number One’. Ya podía haber puesto su equipo al servicio de sus letras y su voz, con diferencia lo mejor del trabajo, y no a la inversa. No puede una terminar una siendo invitada a su propio disco.