Sigrid tiene un nuevo vídeo, ‘Mine Right Now’, que así de primeras no debería ser gran noticia. Es decir, sería noticia porque es Sigrid, porque nos viene con cositas pop sin más historias que le alegran siempre a uno el día, y porque stream ‘Sucker Punch’ que la muchacha tiene facturas que pagar e Iberdrola no va a hacerse la sueca a la hora de pasarle la factura de la luz.
Pero esta vez, el lanzamiento del vídeo es más noticia que habitualmente, porque se ha montado un fantástico absurdo en torno a él. Resulta que Sigrid debía viajar a Bulgaria a rodar el vídeo, pero su vuelo fue cancelado y jamás pudo llegar a él. Sí, aparentemente sólo había un vuelo a Bulgaria desde su localización, y era impensable que cogiera el siguiente vuelo. De hecho, es posible que el siguiente vuelo al país saliera del aeropuerto en 2067.
¿La solución? Poner a Max Siedontopf, el directo del clip, a hacer las veces de la artista en el vídeo. Es decir, que la grabación siguió adelante, tal y como la propia artista cuenta en su intro. Y eso que el vuelo no fue lo único que salió mal. Una tormenta impidió sacar el escenario a pasear, un dron se les cayó al lago, la policía los detuvo camino al rodaje y mil cosas más, que el propio Siedontopf ha contado cuando les ha tocado presentar el clip:
«Después de un mes planificando el vídeo de ‘Mine Right Now’ con Sigrid y pasar una semana en maravillosos sets de las montañas de Bulgaria, la grabación se volvió de pronto el FYRE Festival de los vídeos musicales. La noche anterior a la grabación supimos que el vuelo de Sigrid se había retrasado, y terminó cancelándose, lo que quiso decir que no llegaría a la grabación a tiempo. Pero teníamos a más de 40 personas dispuestas a rodarlo, así que, a pesar de las malas noticias, decidimos rodar algo en semejante entorno ya que habíamos perdido el tiempo en montar los sets.
Desgraciadamente para mí, se decidió que yo hiciera de Sigrid. Como director, siempre imagino diferentes escenarios e ideas para los artistas, pero como uno nunca es quien las ejecuta, el proceso me dio una nueva visión de lo que pasan los artistas al rodar.
Así que grabamos durante dos días las escenas que teníamos previstas para Sigrid. Algunas salieron bien, pero encontramos un buen puñado de obstáculos en el camino. Tormentas enormes, sets que se desmoronaron, problemas con la policía, un perro que se nos cruzó… ah, y un asesino en serie que después supimos que se ocultaba en esas mismas montañas. Aún así, seguimos y seguimos hasta tener un vídeo para Sigrid aunque ella no estuviera en él.»
