Imaginad un chalecito monísimo en un suburbio random. En la puerta de madera que da al jardín está colgado un cartel de ‘cuidado con el perro’. Uno ya tiene intriga y se asoma a ver qué coño de perro tienen ahí como para que el muchacho de turno de Amazon tenga que hacer las entregas a través de un dron. Pero allí no se ve nada, y la valla no es precisamente de tres metros de altura. Observamos con detenimiento, hasta que, en una esquina, apoyado en una maceta encontramos un pequeño pug de ojos saltones, media lengua fuera y la panza llena de las sobras de un cocido que le han dado los dueños. Cuidado con el perro, dice el cartel.
Pues bien, ese pug es ‘Can’t Get Enough’ de Jennifer Lopez. Una cosa graciosa, mona, de la que lleva semanas alertándonos para que al final resulte ser tan cuca como inofensiva. ‘Can’t Get Enough’ se encarga de presentar el nuevo álbum de Jennifer Lopez, ‘This Is Me… Now’, pero ahí está, tirado al lado de una maceta con la lengua colgando. Sin hacer mucho más.
Sí, J.Lo pretendía recordarnos a su sonido más R&B, que esa casilla la chequeamos, pero ‘Can’t Get Enough’ tiene un componente más popero en su melodía que al final nos saca de la idea inicial. Nos lleva más a la J.Lo de ‘AKA‘, de hecho. Sí, tuvo un álbum llamado ‘AKA‘. Sí, siguió lanzando discos después de la lambada.
A Dios gracias, Jennifer Lopez se ha guardado un pequeño as bajo la manga, y es que ‘This Is Me… Now’, además de un disco, es un proyecto visual, que llega acompañado de una película con todas las canciones del álbum. Y con esa jugada, salva este single de la inofensión absoluta. Porque el clip tiene sentido del humor.
Jennifer Lopez se ríe de la percepción del público de su promiscuidad y su facilidad para las bodas, monta una cosa ultra camp para adornar la canción -casi Bollywoodiense si no fuera por los looks Cristina Pedroche que se marca- y culmina la fantasía volviendo a una aparente realidad en una terapia de pareja. Un poco de broma, un poco en serio.
Y con esa chuminada, la verdad, nos ha ganado más que con el single. Como diría Buika: apriétale, mami. Y como diría ella misma: azota baldosa.
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Será tu rollo si: llamabas ‘nube’ a los jamones de gominola, utilizas subrayadores en tonos pastel, sabes perfectamente cuál era el sample que Jennifer le robó a Mariah Carey para ‘Loverboy’.
