De todas las Unproblematic Kweens de nuestro país -tampoco tenemos tantas, seamos sinceros-, una de nuestras favoritas es Pastora Soler. Es complicado que Pastora Soler no te guste cuando lanza algo, porque primero, como iba la intérprete de algo como ‘Corazón Congelado (Remix)’ a decepcionarte, y segundo, cómo iba Pastora Soler a lanzar algo que no supieras inmediatamente que suena a Pastora Soler. No es como si fuera Malú, que hoy suena a Malú y mañana a producida por un Kygo de Mercadona. This is Pastora Soler we’re talking about. Excelencia eurovisivo-flamenca-pop.
Por ende, ‘Aunque Me Cueste La Vida’ es su lead single de toda la vida: una balada apasionada, de folclórica dramática gone radio friendly, que hará las delicias de cualquier fan de Pastora Soler que espere escuchar a Pastora Soler y verla intepretar la canción en el vídeo con algún modelito de gasa con movimiento y el moño on point. Misión cumplida por parte de la de clásicos como ‘Café, Café’.
Ahora bien, una simpática casualidad nos ha llamado la atención esta semana. Y es “simpática” porque, de nuevo, Unproblematic Kween. Que esto lo hace cualquier otra y estamos lanzándole teteras como si fueran barriles, nosotros Donkey Kong y ella Mario. Resulta que ayer se estrenaba el vídeo del single en cuestión. Y poco antes, se estrenaba el primer vídeo de Noelia Franco, concursante de ‘OT 2018’ y candidata a Pastora Soler de la generación centennial.
Y resulta que es, prácticamente, el mismo vídeo. No, no es que esté plagiado, es que cuenta la misma historia con distintos decorados: El de Pastora tiene a una chica a oscuras haciendo microteatro hasta que encuentra una puerta y sale a campo abierto y ya está liberada porque cómo iban a no ayudar unas margaritas. El de Noelia la tiene a ella a oscuras en un sofá, acompañada de un muchacho que ha visto demasiados instastories de Maddie Ziegler, hasta que, sin presupuesto para puertas, abre la pantalla con las manos y sale a campo abierto y ya está liberada porque cómo iba a no ayudar un trigal lleno de bichos.
Si tuviéramos que elegir, nos quedamos con el de ‘Aunque Me Cueste La Vida’, por dos motivos: el movimiento de la gasa y, a falta de moño, una buena coleta tirante.