Lana Del Rey ha anunciado que pronto llegará su nuevo álbum, ‘Lust For Life’, y como era predecible, lo ha hecho mediante un vídeo que no ha podido ser un coñazo mayor. Porque si por algo admiramos a Lana Del Rey es por su inequívoca capacidad de hacer del aburrimiento una virtud. En ocasiones se pasa, como cuando lanzó aquel segundo álbum en el que la intensidad tocaba niveles estratosféricos, o cuando lanzó aquel tercero en el que le dieron unos temas de verdadera mierda. Pero cuando adivina a regular el nivel de aburrimiento está espléndida, como en su último single, ‘Love’.
Ahora presenta el disco con un tráiler que un par de minutos que parece durar cuatro horas, explicando como ella es una señora loca que dice vivir en el cartel de Hollywood y piensa en qué entregar a un público que vive entre el tumulto y los convulsos tiempos de hoy día. Ana Pastor. Periodismo en directo. Mientras el mundo gira en blanco y negro, y Lana lee su redacción en voz alta y monótona, ocurren, sin embargo, cinco fantásticos momentos que merecen su propio análisis. Procedamos pues a ver los cinco momentos en los que el adelanto de ‘Lust For Life’ no es un rotundo coñazo:
01 / El momento ‘Tu Casa A Juicio’
O más bien, ‘Tu Juicio A Casa’, porque va bien necesitada de él cuando presenta su hogar en medio de la letra ‘H’ del cartel más popular de Los Angeles. Ahí se ha montado ella un fantástico loft con vistas a la ciudad, que por algún motivo que no entendemos, tiene como una verja o una celosía en la ventana. ¿Con qué objetivo? ¿Que no se cuelen en la casa? ¿Pero quién iba a escalar hasta ahí si está prohibido acercarse a las letras mujer? Fatal también, por cierto, que tenga un ventanal así y no le haya puesto ni una miserable petunia para decorarlo.
02 / El momento en el que Lana llora amor
Lana es una persona muy sentida y mirando a la tierra habrá llorado pensando: “madre mía, tengo este globo terraqueo lleno de mierda, haber si llamo a la Toñi que le pase un plumero o algo, que se me ha colado pelo de gato en los glitches”. Y claro, de sus ojos no caen lágrimas, sino corazones, porque su piso debe patrocinarlo Anne Igartiburu y a la que se descuide, se pone a vender llantina de Lana como objeto exclusivo en su programa. No estábamos tan emocionados con un momento lacrimógeno desde que La Oreja De Van Gogh lanzara ‘Lloran Piedras’.
03 / El momento en el que Lana Del Rey gana 5.000 euros
Y ahí, como en todas partes, es donde aparece Carlota Corredera, que acaba de llamar a la muchacha para ver si consigue llevarse el premio de la tarde. Ella acercarse al teléfono no, pero hacer que levite para llegar a tiempo del tercer tono a decir “Hola Sálvame” sí. Y haber, claro que consigue llegar a cogerlo antes de que le cuelgue Corredera, que será un fantasma, pero no es idiota. A ver si os pensáis que está barato el alquiler en una letra de Hollywood. Con lo que ha ganado de la llamada no le da más que para 15 días.
04 / El momento en el que Lana se pone a cocinar
Y uno descubre que está un poco hasta la punta del Blue Jean cuando congela el plano. Ya nos la imaginamos rodando la escena mientras piensa “no les gustó ‘Ultraviolence’, no les gustó ‘Honeymoon’, no les gusta el regustillo que deja el XO en la galaxia al vapor, ¡NO LES GUSTA NADA!”. Un consejo desde aquí, Lana: si le pones a la galaxia un poco menos de Luna y picas bien la varilla para batir huevos con un sofrito, queda riquísimo.
05 / El momento Jennifer Rope
Y por supuesto, no podía faltar ese momento en el que, por algún motivo, Lana juega al rollo pantalla táctil con sus efectos especiales. Es decir, hasta ese momento en el vídeo la cantante era capaz de hacer aparecer las imágenes sin ningún gesto, pero, ay amigos, es que convocar ya un gif de los planetas -lo que son las bolas de materia, no el grupo indie- es un esfuerzo extra que requiere el uso del dedo índice. Por lo tanto, vemos a Del Rey sacando de sí su mejor Jennifer Rope en ‘Música Sí’, como si estuviera repasando el top de planetas más relevantes. En el top1 -que dirían nuestros compañeros de Jenesaispop- del mismo, por descontado, aparecería Mercurio, el planeta coñazo por antonomasia.