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Taylor Swift, el eterno dilema de la feminista que ni ejerce de, ni podrá jamás

Taylor Swift, el eterno dilema de la feminista que ni ejerce de, ni podrá jamás

No hay nada peor en esta vida que ir de algo que luego no puedes llevar a cabo más que con el mínimo esfuerzo. Y es lo que le ha pasado a Taylor Swift, Boa Insípida y Pitón Familiar más preciado, después de basar media promo de ‘1989’ vendiendo su faceta más feminista.

Ayer tuvieron en Estados Unidos lugar una serie de marchas encabezadas por mujeres a raíz del nombramiento de Trump, que ha hecho gala en muchas ocasiones de una desorbitada misoginia antes de llegar a la presidencia. Entre las asistentes, centenares de miles de mujeres y muchas famosas: Alicia Keys, Demi Lovato, Lauren Jauregui, Ariana Grande, Katy Perry, Madonna, Scarlett Johansson, Cher, Miley Cyrus… y un sinfín de nombres más. Pero no el de Taylor. Ella estaba en casa y se limitó a twittear el siguiente mensaje:

Como era de esperar, tras el tweet centenas de fans enloquecidos aplaudían a la cantante, pero Swift se ganaba también centenares de críticas por, según los usuarios que le lanzaban puyas, no ser consecuente con el mensaje que predica. Porque sí, ayer, Taylor Swift debía haber participado en esas marchas. Sin excusas. Sin mensajes en twitter. Tenía que haber estado puesto que de ese mensaje vive la mitad de su personaje.

 

¿Es Taylor Swift una persona horrible?

Es en lo que basan también los fans su aplauso a la cantante: en que parece que la gente crítica la toma por una persona espantosa capaz de todo mal. Fuera de bromas, es evidente que Taylor ha hecho suficiente para dejar claro que no es una persona horrible: ha donado dinero ante catástrofes, ayudado a personas necesitadas, visitados hospitales, regalado cosas a sus seguidores y por norma general, es una persona solidaria. Salvo con las causas que tengan el más mínimo toque político, que es donde radica su problema.

 

Taylor Swift no puede posicionarse

La cantante sabe perfectamente que jamás podrá posicionarse al lado de un sector progresista, porque sabe a quien ha estado vendiendo discos los últimos 10 años: en su mayoría, a un segmento republicano, gran seguidor de la música country. Y mientras estrellas como Carrie Underwood han visto como sus ventas han cedido por su posicionamiento político -aunque en la actualidad sigue siendo una de las mayores estrellas country del país- , Taylor ha seguido arriba, porque no es ni blanca ni negra, ni derechona ni progre, porque políticamente, Taylor Swift no es absolutamente nada.

 

¿Dónde radica el problema, entonces?

Las críticas le llegan a Taylor desde su nuevo público: el más progresista, el homosexual, las mujeres fuera de América, los jóvenes extranjeros. Recordemos que cuando tuvo lugar la matanza de Orlando, Taylor llegó escandalosamente tarde a publicar una reacción al respecto, y terminó dejando un tibio tuit en apoyo a las familias de los muertos. Ni una mención a la causa, al lugar, ni a nada que pudiera provocarle quejas en el sector conservador.

Igualmente, era evidente que con su mentalidad -o al menos con la que vende de cara a los medios- Swift era incapaz de apoyar un gobierno de Trump, pero durante la campaña se limitó a pedir «el voto». En cualquier dirección. Ni pincha ni corta, ni se mete en un barrizal en el que debería estar hasta el cuello. O si no, cuando lance su siguiente álbum, que se ahorre speeches como el que dio en los últimos Grammy.

 

Haters gonna hate

Efectivamente, los fans seguirán defendiendo su ambigua postura ante todo lo que tenga un tinte político, porque seguirán afirmando que la cantante está en su derecho de no posicionarse, y lo está. Y los no fans, seguirán criticando el uso descarado que hace Swift de sus ideas durante su etapa promocional. Eso sí, el libro del progresismo se cierra al término de su gira de turno. Y volvemos a una Swift que sólo se moja cuando recibe un beneficio personal. ¿O sabemos cuánto dinero ha donado el resto de estrellas este año? ¿No es curioso que sepamos cuánto ha sido su total de forma tan pública?

Taylor Swift no es feminista. Es pública y convenientemente solidaria, que es algo de aplaudir en cualquier caso, pero no es feminista. Ni lo ha sido hasta ahora, ni lo será nunca. Porque mientras sus ventas sigan dependiendo de quien dependen, no podrá serlo.

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