Bienvenidos a ‘Cómo Hemos Cambiado’, la sección de la web que, reivindicando a Presuntos Implicados en su nombre, va a analizar algunos de los covers más populares del mundo del pop, muchos de los cuales seguro que no sabíais que eran versiones. O seguro que sí, porque chico, hoy la Wikipedia lo desvela todo y no deja a uno ni sorprenderse de que Natalie Imbruglia lleve toda la vida viviendo de un cover. En cualquier caso, esperemos que disfrutéis de esta sección, y vamos allá con la canción que hoy nos ocupa, ‘Sweet Like Chocolate’.
Lily Allen colaboró en el álbum de DJ Spoony que homenajeaba los clásicos del garage y que se puso a la venta, sin demasiada suerte comercial, hace unas semanas en el Reino Unido. Aunque fue el ‘Flowers’ de Sugababes el tema elegido como single, quizá la versión de Lily Allen de ‘Sweet Like Chocolate’ también hubiera tenido oportunidades de funcionar como colchón del álbum, porque, la verdad, la canción le iba que ni pintada.
DJ Spoony mantuvo la esencia de la canción, aunque marcó la percusión de forma más contundente y lo alejó del espíritu garage original, haciéndola un poco más pop. A pesar de ello, tampoco es que terminara meando completamente fuera del tiesto. Y Lily Allen supo modular la voz para que también jugara en favor de la nueva versión: la utilizó de forma más sutil, alargando algunas silabas de los versos para que también en eso fuera más popera que urbana, y termino marcando mucho más la esencia melódica detrás de lo que, se supone, era un track de clubbing de la época.
La revisión, por cierto, la co-producen Mojam, que trabajaron para el álbum debut de Emeli Sandé y también para el de Sam Smith, ‘In The Lonely Hour’.
Se edito originalmente en el año 1998, en un limitadísimo formato de vinilo porque cómo iban Shanks & Bigfoot a imaginar que aquello funcionaría como terminó haciéndolo. Pero Jive confío en que el ascenso del garage británico al escenario mainstream haría que ‘Sweet Like Chocolate’ se convirtiera en un hit, porque al fin y al cabo, los autores del tema ya habían llevado ‘Straight From The Heart’ al top20 con una discográfica pequeña. Así que sí, ‘Sweet’ se relanzó un año más tarde que su limitada versión original, y lo petó.
En parte por lo dulzón de su mensaje, aderezado con una base bailable pero no de garage cargante, sino más bien melódico. En otra parte porque era la clásica canción que uno no sabía si le parecía pegadiza de tan irritante o irritante de tan pegadiza. Reconocemos que aquel año le cogimos bastante manía, y no fue precisamente porque tuviera overplaying en España, claro está. Pero es como un tema que en pequeñas dosis funciona mejor que en grandes. Y también es cierto que sin el contexto de garage por todas partes, funciona mejor en el presente. Igual que se escuchan con más simpatía hoy día los temas con dubstep que en los primeros 2010s, que todos lo llevaban. Y pensaremos lo mismo del urban latino en 2079, si con algo de suerte España pasa página para entonces.
La voz de ‘Sweet Like Chocolate’ era la de Sharon Woolf, que curiosamente no fue la artista que pusiera voz después al resto del tracklist del primer álbum -y único- del dúo. La pobre muchacha no tuvo ni la suerte de aparecer en el vídeo oficial del tema, porque se hizo a base de animación. En el clip, todo era de chocolate excepto la protagonista, una niña con coletas que iba interpretando la canción rodeada de elementos sin ton ni son de la vida cotidiana. Pero chocolateados. El vídeo, francamente, era infumable por entonces y lo sigue siendo hoy día.
https://youtu.be/1qp6XhtoEv0
Es evidente que Shanks & Bigfoot, en este caso por que lo suyo fue single y lo de Lily Allen un álbum track. Aunque en realidad también tenían las de ganar aún habiéndose lanzado de forma comercial: ‘Sweet Like Chocolate’ lideró la lista de singles británica durante dos semanas en 1999, y terminó siendo el octavo single más vendido de aquel año, hace ahora ya dos décadas, con más de 705.000 copias. Además de eso, los chicos pelearon por dos Premios Brit en el año 2000, el de Mejor Artista Revelación Dance y el de Mejor Single Británico, aunque perdieran los dos en favor de Brandon Block y ‘She’s The One’ de Robbie Williams.
En favor de la versión de Lily Allen, su ‘Sweet’ está a apenas 100k del single de Sugababes para DJ Spoony en Spotify, confirmando que, dentro de los muy tibios registros del disco, tuvo una acogida decente. Eso sí, sigue superada en Spotify por la original, que suma 1,4 millones habiéndose publicado totalmente fuera del universo streaming originalmente.
¿Con qué versión os quedáis vosotros?