Conocimos a Susan Boyle hará ahora 10 años. Sí, amigos, una década completa desde que aquella señora con aspecto dejado y sueños de ser cantante se presentó al escenario del ‘Got Talent’ británico. Y allí, interpretando ‘I Dreamed A Dream’, dejó a la gente loquísima porque se imaginaban que todo sería un cuadro. Una década después, Susan Boyle ha publicado siete álbumes, tres de ellos #1 en el Reino Unido, y dos en Estados Unidos.
Pero estaba claro que lo de Susan era un balón destinado a ir perdiendo aire: para empezar, porque el público ya le dio la espalda en la final del concurso, aupando a un grupo de baile a la victoria en 2009, dejándola con cara de no entender nada sobre aquel escenario. Porque, seamos honestos, Susan Boyle es una cantante bastante correcta y con muy poco rango. Una vez pasado el efecto sorpresa, y vendido el cuento de la Cenicienta, no hay mucho más de lo que tirar: nunca hubo carisma, ni presencia escénica, ni una gran voz. Sólo hubo fantasía.
Y por tanto, la promo de cara a su nuevo álbum, ‘Ten’, que se publicará a finales de año, ha tenido que tirar de la misma estrategia: la de mostrar al público de dónde y por qué salió Susan Boyle. De volverla a lucir desaliñada para después subirla a escena con lentejuelas, la de posicionarla como una mujer de barrio metida en una faja y rodeada de espíritu clásico.
Por que, como decimos, el globo de la realidad fue perdiendo aire: cada disco de Susan perdía la mitad del público del anterior, y en sólo tres álbumes casi consecutivos, Boyle pasó de conquistar a 1,9 millones de británicos a sólo 170.000. Su último disco, ‘A Wonderful World’, de 2016, vendió 5.000 copias en Estados Unidos y 15.000 en Reino Unido, antes de desaparecer del todo.
Así que, sí, de cara a ‘Ten’, qué tenía mejor que hacer Susan Boyle que volver a ‘Got Talent’ por partida doble: ha aparecido como concursante en el ‘All Stars’ americano, y haciendo un guiño a su década en el británico.
https://youtu.be/tYhCrnrWleY
https://youtu.be/wGhXkzb0cHM