Mientras Britney Spears se luce por Asia, otros como Zayn se lucen por… erm, el salón de su casa, su habitación, y ocasionalmente se dejan pasar por el estudio por disimular que están tocándose el toto. Qué complicado debe ser ser fan de Zayn, porque es algo así como ser fan de, no sé, el espíritu de la Navidad: en ocasiones es época de sentirlo cerca, pero saber que jamás llegarás a verlo físicamente. Sólo existe en tu imaginación. Es más, imaginamos a Gigi Hadid abrazada a la almohada por las noches, porque Zayn también ha cancelado su presencia en la cama, no sea que ella pueda verlo y se rompa la magia de su momento ‘Cuarto Milenio’.
No es la primera vez, por cierto, que Zayn deja colgados a sus fans nipones: ya retrasó los shows en enero, porque quería tener algo más de margen en el proceso de grabación del nuevo álbum, y ahora, en junio, vuelve a abandonar sus fechas en Yokohama y Osaka porque su álbum va, cómo diría Luis Fonsi, des-pa-cito. Va tan despacio que, de hecho, después del fiasco de ‘Still Got Time’ no hemos vuelto a saber nada del modelo de manos. Bueno, ni después, ni durante la inexistente promoción del single, o antes de su salida, o durante la etapa del disco anterior. ¿Sabe alguien con seguridad si Zayn existe o es rollo Gorillaz, que realmente es Damon Albarn cantando detrás de un niño mono?
Por cierto, con Niall Horan de camino a petarlo oficialmente con ‘Slow Hands’, Harry habiendo firmado un disco de éxito y Liam Payne de promo con su single top5: ¿realmente algún fan de One Direction está preocupado por que Zayn termine de grabar ese disco? Imaginamos que sólo él, y porque alguien tiene que pagar al camello.
