Sofía Ellar ha estado en boca de todo Twitter en el último par de días. El motivo, una respuesta en Instagram en la que la cantante salía en supuesto favor del colectivo LGTB+, pero aseguraba que también había que mantener “el orden social” y “dejar los escándalos a un lado”.
Pues bien, horas después de que la respuesta se hiciera más o menos viral, la cantante emitía su primera disculpa en redes sociales. Una disculpa absolutamente vacía de contenido que no hizo sino lanzar más leña al fuego. Porque no, en esta ocasión el problema no es que el mensaje de Sofía Ellar se sacara de contexto o que se malinterpretara: es que el mensaje de Sofía Ellar sólo tiene UNA interpretación, que es la que se le ha dado.
La cantante ha intentado arreglar su alarde de ignorancia con una segunda disculpa en Instagram, que de nuevo le ha quedado completamente falta de contenido. Al inicio de la misma, emitida a través de sus stories, lee más que evidentemente un texto en el que habla de lo a favor que está de que la sociedad avance y sea más inclusiva, mientras pide perdón por lo que sigue considerando una malísima forma de expresarse.
[perfectpullquote align=”right” bordertop=”false” cite=”” link=”” color=”” class=”” size=””]”Linchamiento no es que tú insultes a un colectivo completo y este, uno por uno, igual que lo has hecho tú desde tu perfil, te devuelva la bofetada. “[/perfectpullquote]
De nuevo, esquiva explicar qué es lo que supuestamente quería decir originalmente. Qué es para ella el “orden social” y el “escándalo”. Ni una palabra sobre el tema. Durante un par de stories, lee ese comunicado y se disculpa. En la decena siguiente intenta darle la vuelta a la tortilla, y no le compramos ni el primer par de huevos.
La cantante se siente víctima de un linchamiento y afirma que sus amigos le han avisado de que “al día siguiente habrá otro a quién linchar y se olvidará”. No, Sofía. Linchamiento es que cuelgues una fotografía y te lluevan insultos sin mayor motivo. Que desafines en un escenario y el país entero se te tire encima. Linchamiento es que recorten tu speech y del montaje salga algo que tú no has dicho y que puede provocar la ira ajena en masa. Linchamiento no es que tú insultes a un colectivo completo y este, uno por uno, igual que lo has hecho tú desde tu perfil, te devuelva la bofetada.
Porque dos días después, ese mismo colectivo sigue sin entender qué parte de tu speech se malinterpretó o qué significado real tenía.
En las últimas historias, Sofía Ellar aboga por cambiar el hate por la educación, en el sentido de que agradece que algunos usuarios le hayan dado información sobre el tema para poder ubicar mejor su opinión. Sofía Ellar tiene 27 años. Nos cuesta HORRORES creer que a su edad necesite información sobre los derechos básicos del colectivo LGTB+ o su papel en la sociedad. Horrores. Porque entonces nos dibujan a una mujer profundamente ignorante e inculta, absolutamente desapegada del mundo que la rodea. Y nos cuesta, insistimos, creernos ese perfil.
De modo que lo que vemos en su segunda disculpa, que volvemos a insistir en que no explica absolutamente nada, es una intención de venderse como víctima de un problema que ella ha generado. No, Sofía, no se trataba de que eliminaras la pregunta por no tener ni idea. Porque si a nosotros nos preguntan por la gente heteronormativa, no saldríamos a decir que os guardéis los escándalos y mantengáis el orden público.
Pero si la alternativa de Sofía, en vez de asumir que su pensamiento es retrógrado e insultante, es que la tomemos como una pobre imbécil, entonces tomémosla por pobre imbécil.