A ver, amigas del pop. Existe una plena confianza en vosotras, como musas del buen rollo, el petardeo y el colorismo, de que en algún momento el año, lleguéis a salvar el pop. Porque evidentemente, no vamos a confiarle este papel a Manuel Carrasco, Tangana o Shawn Mendes. Es decir, ellos tienen lo suyo, y cubren el cupo de necesidades del universo musical en otros ámbitos, pero no pueden salvar el pop. El pop, amigas, está en manos de gente como vosotras, querida Sigrid. Y sí, nos estamos dirigiendo a ella directamente como si alguna vez fuera a leer esto, porque a primera hora de la mañana todavía tenemos las neuronas organizándose en la cabeza, y no pidáis peras a Luis Del Olmo.
El caso es que Sigrid tiene un nuevo single en la calle, ‘Don’t Feel Like Crying’. Y resulta que es una canción del todo resultona, buenrollista, como un tanto viva la vida, chute de energía, como queráis llamarlo. Y ha acudido a presentarla al ‘Live Lounge’ de BBC Radio 1, un programa que, estaréis hartos de leernos, nos encanta, y en el que los artistas además de tocar uno de sus temas, versionan otro de su gusto.
Y allí se ha plantado Sigrid, pero ha llegado con un piano y una corista cual si fuera ella Conchita en vez de el enésimo intento de que una Carly Rae Jepsen no nos salga rana. Y claro, en ese momento, todo se va a pique. Sigrid plantea su tema como si fuera una balada al piano, tratando de hacerse la seria, y no amiga, no te acogieron los ingleses con ‘Strangers’ (#10) para que ahora vengas de cortavenas. Para colmo de males, Sigrid insiste en hacerse la cantautora transformando ‘One Kiss’ de Calvin Harris y Dua Lipa en otra baladita intimista.
Dejen en paz a las familias. Uptempos, uptempos, que es lo que les jode. Nuestras ganas de bailar acaban de saltar por la ventana, y sí, Sigrid, sí que tenemos ganas de llorar. Otra vez en busca de otra que se tome en serio lo de ser divertida.