Hubo un momento en el que cada lanzamiento de David Guetta se convertía en un evento y básicamente sus producciones EDM controlaban por completo los lanzamientos pop. Pero de eso hace ya más de un lustro, y ahora, sus producciones suenan más cargantes que rompepistas. Y sí, Guetta sigue consiguiendo hits de cuando en cuando, pero para que entendáis su impacto ya bastante relativo, vamos con este dato: de sus últimos 9 singles, sólo ‘2U’, junto a Justin Bieber, ha conseguido ser un hit contundente. De hecho, su remix de ‘Versace On The Floor’ de Bruno Mars apenas obtuvo el cariño de toda esta gente, siendo el único single de su álbum en no ser un hit.
Ahora, busca un nuevo ‘2U’ junto a Sia, con la que ya consiguió un auténtico smash en ‘Titanium’ (2011), en menor medida en ‘She Wolf’ (2012) y en nula medida en ‘Helium’ (2018). Vamos, que Guetta y ella se han convertido en los Nelly Furtado & Juanes de esta generación. Te despistas un momento pestañeando, y tienes Spotify sin memoria para tanto feature.
‘Flames’ tiene una ventaja, y es que huye un poco de las producciones más toscas del DJ y se centra en una faceta más pop, más retro, más, erm, Calvin Harris, pero sin tener ni la mitad de gusto por el pasado, para ser honestos. Y es que también sabemos lo que ocurre con Sia en las canciones dance: o se le dan unas directrices bastante claras en cuanto a estructura de la canción, o ella termina marcándose un Juan Antonio ‘OT 2017’ metiéndole giros y alargando sílabas de tal modo, que un tema de 3 minutos se convierte en uno de cuatro meses y medio.
Vamos, en lo que parece que dura ‘Flames’ han hibernado tres manadas de osos y cuatro generaciones de tortugas. Para cuando llega el estribillo, uno no sabe si es que Sia estaba cantando o se había puesto de parto.