Shakira se encargará de cerrar la Super Bowl el próximo mes de febrero, con la compañía de Jennifer Lopez, que también estará presente en el macroevento de fútbol americano. Quizá para ir ensayando para el día, o simplemente por reaparecer en los escenario con un pequeño bang, la colombiana ha participado en el intermedio de la Copa Davis, celebrada en Madrid, marcándose una Super Bowl para pobres.
Es decir, el típico evento deportivo que quiere contar con una estrella que anime al público, contrata bien de bailarines y pone cuatro pantallas en el escenario, pero luego se olvida de pintar el suelo que va a pisar la cantante de negro, y terminamos viendo hasta los tornillos que pisan mientras realizan la coreografía de turno. No queda bonito, y son precisamente esos pequeños detalles los que separan una gran actuación de una de fin de curso.
Y eso que había baile, había invitados y había algo de despliegue, pero Shakira eligió unas canciones también algo discutibles: en su reaparición, tocó ‘She Wolf’, ‘Dare (La La La)’ y ‘Tutu’, llevando a Camilo y Pedro Capó al escenario para acompañarla. ¿’She Wolf’ en pleno 2019? ¿No podía haber tirado de clásicos más efectistas para la ocasión? Si quería hacerlo en inglés un ‘Whenever, Wherever’, un ‘Loca’, un ‘Hips Don’t Lie’… anda que no había hits que elegir para quedarse con esos dos.
Shakira actuó, además, con un notable apoyo de playback. Vamos, ‘She Wolf’ era directamente una pista m4a, y las otras dos canciones tuvieron bastante apoyo de pregrabado aunque es cierto que algo más de directo ya hizo. Básicamente porque en el arranque de su actuación, sólo el “auuu” salió de aquel micrófono. Del resto de vocals se encargó el aparatito Phillips que había en el backstage.
Visto lo visto, esperemos que Shakira se esté reservando el material de peso para su exhibición americana, porque esto ha estado bien, pero ha sido un poco… un ensayo.