Os vamos a ahorrar toda la historia de cómo Shakira defraudó a Hacienda y tuvo que pagar una enorme suma de dinero más la multa correspondiente porque, a estas alturas, si queréis saber del caso, tenéis 150 artículos sobre el tema. Shakira fue condenada por la justicia española, le tocó pagar, pagó, y todos contentos, de no ser porque ella quiere seguir retorciendo la narrativa a su favor.
Consciente, como es, de que su público latino y americano no tiene la más mínima idea de cómo funciona la recaudación de impuestos en España, Shakira ha dado una de esas auto-entrevistas en forma de carta en las que se ha dedicado a lloriquear por su status de pobre niña rica, enervando a la mitad de su público en este país, pero dando armas inventadas al resto para poder lapidar al sistema que desconocen por completo. Shakira ha jugado la carta más inteligente: la del simplismo más exagerado para que los fans fuera de España empaticen con ella.
“Parecerá incomprensible, pero para mí la década española fue una década financieramente perdida, y no porque trabajara poco, como todo el mundo sabe. Di 120 conciertos en 90 ciudades distintas. ¿Cómo puede perder dinero una persona que da 120 conciertos? Suena extraño, lo sé, pero hoy mi patrimonio consiste en lo que gané antes de llegar a España y lo que gané después de salir de ella. Todo lo que gané en esos años se lo quedó el Estado español.”
Bien, contemplemos una cosa. Shakira vivió durante 10 años en España. Y se asombra de que habiendo dado “120 conciertos” perdió dinero. Es decir, 12 conciertos por año. ‘The Eras Tour’, 152 conciertos, y contando, en un año. ‘Weekends With Adele’, 120 shows en dos años. ‘Beautiful Trauma Tour’, 159 conciertos en un año. ‘Future Nostalgia Tour’, 91 conciertos en diez meses.
No hay más preguntas, señoría.
«Pero la Agencia Tributaria no trata de castigar a quien no cumple, sino de mostrar trofeos de caza para reconstruir una credibilidad en entredicho. ¿Y cómo se consigue eso? Amedrentando a las personas, amenazando con la cárcel, poniendo en compromiso la tranquilidad de nuestros hijos y sometiéndonos a presión para quebrarnos».
Terelu diciendo que “hace malabares para llegar a fin de mes”. Los hijos de Shakira intranquilos porque debe nosecuántos millones y sólo tiene ciento setenta veces esa cuantía con lo que hacerle frente. Shakira, a sus hijos, cuando llegó julio: “chicos, lo sentimos, pero olvidaos de nadar este año entre diamantes en la piscina, he tenido que cambiarlos por bisuta de Bijou Brigitte por culpa de hacienda. Y esos anillos pierden color”. Entre lágrimas y ansiedad, sus hijos tuvieron que ser atendidos por un servicio sanitario pagado con los impuestos de sus vecinos cuando salieron de la piscina gritando escandalizados que “¡solo había circonitas!”.
Y continuó con la llantina:
«Una estrategia en la que además subyace un prejuicio machista. Si el cantante hubiera sido un hombre estadounidense, se hubiera enamorado de una española y la visitara regularmente, me cuesta creer que la Agencia Tributaria hubiera considerado que tenía una intención de arraigo. Hay un machismo estructural que da por descontado que una mujer solo puede seguir a un hombre, incluso cuando no le conviene. Un machismo que sobrevive en sectores de la burocracia estatal en una sociedad que -por suerte- ya piensa muy distinto».
Y si el cantante hubiera sido redondo, tuviera un agujero en medio y estuviera recubierto de chocolate sería un donete. Pero vamos, tratar de sacar la carta del feminismo -el tema de Shakira y el feminismo, en general, es otro melón a abrir de cara al futuro- porque ella se lo lleve calentito… Leo Messi. Imanol Arias. Sergio Ramos. Cristiano Ronaldo. Javier Bardem. Miguel Bosé. Sergi Arola. En fin, podríamos seguir hasta mañana.
Y sí, no son estadounidenses, pero es que claro, ha tratado de retorcer tanto su argumento para hacerlo encajar que solo le ha faltado decir “es que si un cantante estadounidense hombre, con pecas, visera hacia atrás, cuyo nombre empezara por Co, que tuviera una lesión de menisco y un ojo vago lo hiciera…”
Shakira, pasa página, amor. Con esto y con ‘Puntería‘. Simplemente no va a ocurrir, todos los sabemos. Y cuanto antes pases página de ambas cosas, antes podremos interesarnos por otro proyecto dance-pop y reguetón genérico que nunca podrías haber producido en Barcelona, porque tal es de bajo es su ambiente cultural.