Queda visto que el lanzamiento de singles durante la última edición de ‘Operación Triunfo’ no fue necesariamente un acierto más que para la productora, que se embolsaría sus dineritos gracias a las ventas y streams de los concursantes. Porque en la mayor parte de casos hasta ahora, nos estaban llevando a equívoco. Eva B, por ejemplo, presentó la bastante previsible ‘Dumb’ para luego desvelar algo bastante más entretenido en ‘América’. Samantha parecía divertida en ‘Sin Más’ y después se quedó sin armas con ‘Quiero Que Vuelvas’ y a Flavio nos lo presentaron como R&B en ‘Calma’ -que prácticamente sampleaba el ‘Waterfalls’ de TLC sin pagarles un duro- para ahora venderse él como artista melódico.
Que sí, que todavía puede haber mucho por venir y centrar el perfil artístico, pero seamos francos: la vida, por norma general y Norma Duval, de los triunfitos es corta salvo que den rápido en la diana y afiancen público. Y en este sentido, la estrategia de Flavio puede haber sido inteligente, por más que ‘Yo Con Yo Mismo’ ni invente la rueda ni deje de ser el baladón melódico medio español.
Y nos explicamos: vender a Flavio como alguien que va a hacer un pop con destellos R&B era una locura en este país, y le garantizaba una plaza como teleoperador de Jazztel en aproximadamente cuatro meses. La voz de Flavio tiene un appeal de público mayor de 60 años que cree que nadie canta como Raphael y que también votó por Vicente en ‘OT 2003’, lo que le garantizaría otra plaza como mozo de almacén del Aldi en cuestión de tres meses. Pero había una salida.
Y la salida es abrazar el perfil Belén Aguilera, pero añadiéndole registro grave. Porque Belén Aguilera es el producto que en el 2001 ya estaría grabando clásicos de Roberto Carlos al piano, pero que en 2020 ha sabido rejuvenecer el proyecto hasta dar con un appeal para la gente de su edad. Y ‘Yo Con Yo Mismo’ es la apuesta de Flavio por disparar a la misma diana.
Por eso sale él al piano, con su carita de sadboy adorable, poniendo cara de vivir todo con una intensidad absoluta aunque la letra sea un poco ‘El Diario De Bridget Jones’ en clave fama repentina. Tiene la edad de componer eso y su público tiene la edad de entenderlo y vivirlo con la misma intensidad y caritas de sadgen adorables.
Veremos qué más guarda bajo la manga, pero ‘Yo Con Yo Mismo’, como anticipo de un proyecto más elaborado, puede ser una buena estrategia para Flavio. Clásico, pero no rancio. Teenager, pero no petardo. Mono, pero no molesto.
