Las cosas no parecen ir demasiado bien en el Campamento Picante últimamente: al fiasco del último directo de Geri Halliwell -con un single incapaz de colarse en el top100 de UK-, hay que sumarle la negativa de Emma a una reunión y el lío de Spotify colocando temas ajenos a Melanie C -el mayor drama de todos, sin duda-. Para colmo de males, ahora conocemos la situación financiera de La Picante Asustadora, que ha debido ser quien mayor susto se ha llevado cuando ha descubierto ser La Picante Arruinada.
Y no es algo que publiquemos nosotros así, al azahar, o haya salido de una fuente tan fiable como The Sun, no; es que en el juicio por la custodia de Madison Belafonte -la hija de Mel B y Ernest O’Neirah, su ex marido- han empezado a destaparse trapos sucios. Al parecer, a La Arruinada le quedan menos de 1.000 dólares en el banco, y habría gastado toda su fortuna de la era Spice Girls -imaginamos que se refieren también a las post-2007- en gastos extravagantes.
Así lo ha dicho la abogada de O’Neirah y la suya propia, que han comentado que la pareja “tenía problemas para pagar los impuestos anuales”, dado que “rara vez terminaba con dinero en el banco para subsanarlos”. Todo esto se debe, según las abogadas, a que “la pareja tenía una vida extravagante por encima de sus posibilidades”.
El problema más gordo, en cualquier caso, lo tendrá a partir de ahora el ex marido de la cantante, profesión sus labores, puesto que, por lo menos, La Arruinada sigue conservando su trabajo en ‘America’s Got Talent’, y un perfil suficientemente activo como para no tener que andar pidiendo limosna como en la era de ‘L.A. State Of Mind’, que terminó provocando la quiebra, por cierto, de su pequeño sello, Amber Café.