La guerra de las hermanas Spears está siendo absolutamente pública a través de las redes sociales. La cosa empezó cuando Britney Spears explicó a la jueza que toda su familia, su hermana pequeña incluida, debía estar en la cárcel por la presión a la que había sido sometida durante sus años de tutela. La hermanísima, que acaba de publicar una novela de ficción contando su apasionante vida como Ni-Ni, no hacía sino echar más leña al fuego al asegurar que «no estaba al tanto de lo que ocurría», al tiempo que afirmaba «haber apoyado siempre a su hermana». Y claro, Britney no está dispuesta a callarse en pleno 2022.
Una publicación de Jamie Lynn desata el caos
El nuevo drama entre las hermanas arrancaba cuando Jamie Lynn contestaba a Britney Spears, después de que Britney se molestara con su paso por ‘GMA’:
«Britney, estoy siempre aquí. Sabes que tras las cámaras siempre he estado ahí. Se ha convertido en algo agotador ver que los mensajes que nos enviamos no coinciden con los que después cuelgas tú en redes sociales. Sé que estás pasando por mucho y no quiero hacer de menos a la situación, pero tampoco me voy a hacer de menos a mí.
Francamente, las cosas que se están diciendo no son verdad, y tengo que aclararlo porque se me está complicando el explicarle a mi hija mayor por qué su familia está siendo amenazada de muerte por las acusaciones sin fundamento que su tía publica en redes, sobre todo sabiendo que ella podría ponerle final si quisiera.
(…) Detesto romper la burbuja de mi hermana, pero el libro no va sobre ella. No puedo evitar haber nacido Spears y algunas de mis experiencias la involucran también a ella. He trabajado duro desde mi adolescencia y he construido mi carrera a pesar de ser la hermana pequeña de alguien.
(…) No hay bandos, simplemente cuento mi verdad para poder curarme y pasar página y deseo que mi hermana pueda hacer lo mismo.»
Claro, pareciera que la reputada literata trata de quedar como la sensata de ambas, pero es que recordemos de que viene de acusarla en el libro, entre otras lindezas, de haberla encerrado en una habitación a punta de cuchillo de cocina, frente a sus hijos. Entre otras muchas perlas, porque para no tratar el libro sobre Britney, cita a la cantante más veces que páginas tiene el libro. Contado.
Y es curioso, de paso, que Jamie Lynn hable de cuchillos y de la inestabilidad de su hermana, ella precisamente, que protagonizó hace años una pelea en un restaurante en la que sí que se la veía con un cuchillo enorme en la mano. De eso no habla tanto en la actualidad, según parece.
La respuesta de Britney
Y Britney Spears, que desde que recuperó el control de sus redes no ha dejado títere con cabeza, no ha tardado en responder. Y esta vez, bien a saco. En un post a través de Twitter ha arrastrado a la autora de novela de ficción por el fango:
«Enhorabuena Jamie Lynn, cariño… has tocado fondo como nunca. Jamás he estado a tu alrededor con un cuchillo ni se me ocurriría siquiera. (…) Deja ya esas historias locas para vender libros de Hollywood. Ahora y sólo ahora sé que hay que ser basura para decir eso sobre alguien. ¿Alrededor de los niños con un cuchillo? ¿¡En serio?! ¡Venga ya! Has tocado fondo, pero fondo, fondo… el mayor de los fondos. En eso sí que has ganado.»
El puente tendido… sostenido con más bien pocas cuerdas
Finalmente, las hermanas han empezado a llegar a un entendimiento. Más o menos, porque realmente la tensión sigue pudiendo cortarse con el cuchillo del que las dos hablan. Jamie Lynn asegura no haber conseguido contactar con Britney, mientras que Britney, afirmando que la quiere a pesar de todo, le recuerda que ella tampoco pudo hablar con su hermana pequeña cuando más falta le hacía.
Esto es lo último que Jamie Lynn ha comentado, después, eso sí, de postear una imagen en Instagram que rezaba «nadie enfanga tu nombre si no es porque tiene miedo de que cuentes la verdad a la gente«:
«Britney, llámame. Lo he intentado muchísimas veces para solucionar esto de forma privada, pero sigues eligiendo hacerlo de forma pública. Mientras tanto, por favor para con la narrativa de que no he estado ahí para ti o de que me invento cosas. No tengo problema en explicarte cuántas veces he intentado contactar contigo, ayudarte o estar ahí para ti. Esto es bochornoso y tiene que parar. Te quiero.»
Por su parte, Britney ha echado el freno, más o menos, con el siguiente comunicado en Twitter:
«Jamie Lynn, no pienso que tu libro vaya sobre mí, dije cosas muy duras porque me haces daño con las cosas que te has inventado. Cuando dije «solo una basura diría esas cosas» debí añadir un «y tú no lo eres». Pero es que no tiene sentido lo que cuentas. (…) Creo que las dos coincidiríamos en que mi familia nunca fue tan dura contigo como lo fue conmigo. Lo que hizo papá… eso no se lo hacen ni a los criminales. De modo que que cuentes que no tenías ni idea de lo que ocurría es una locura para mí. (…) ¡Me tratasteis como si no valiera nada, estoy en shock con que papá no esté aún en la cárcel! Sé que debemos estar ahí la una para la otra, pero lo que cuentas me sorprende mucho. Ve y di lo que quieras, me parece una ordinariez que una familia se agreda así públicamente.
(…) Cuando te llamé para pedirte ayuda tardaste días en responder, y lo hiciste con un mensaje. No llegamos a hablar cuando más te necesitaba. ¡No hicisteis nada hasta hace un año! Y fue porque puse algo en Instagram y os presentasteis en mi casa. Os necesité mucho tiempo antes y ya me da absolutamente igual. Dí lo que quieras decir , es tu vida. Ojalá yo también fuera capaz de hacer lo que haces tú y dar una entrevista. Pero me aterra.
Te admiro por ser fuerte, sabes que te quiero y lo sabes mejor que nada.»
Mientras tanto… ¿es Jamie Spears, el padre, el Alejandra Rubio de toda esta historia?
