Han pasado apenas tres años desde que Rocío Cabrera dijera ‘Comprende (It’s Over)’ al proyecto Sweet California y abandonar su papel de estrella del pop y musa de la extensión rubia para concentrarse en su salud (por aquel entonces bastante puesta en tela de juicio), seguir sus proyectos personales, y alejarse del foco de los medios y el fanbase carpetero que no tardó en sustituirla por Tamy Nsue hasta que ‘OT’ se comió todas las posibilidades de acierto de la girlband con su cuarto álbum, ‘Origen’.
Y tres años después de tomar la decisión de abandonarlo todo, reaparece Rocío Cabrera en el lugar que menos imaginaríamos: no como actriz en un escenario teatral, ni subiendo un vídeo acústico versionando algún clásico de Princessa, ni trabajando en Media Markt para algarabía de Twitter: La Sweet California rubia es parte de las listas municipales de Reiniciem Benissa, su pueblo alicantino, y concurre a las elecciones de finales de este mes como candidata -no principal, tampoco pensemos ahora que va a ser alcaldesa-.
En la siguiente fotografía podéis ver a Rocío en la esquina derecha, luciendo un look bastante tomboy, entre Isabel Gemio 1996 y una fan random de un concierto de Vanesa Martín. Desde luego, el cambio de imagen lo ha clavado para que no la reconociera ningún fan.
Y todo empieza en Benissa, pero quién sabe si después no saltará al gobierno provincial, después autonómico, y finalmente terminará como candidata a la presidencia del país. Nuestro voto, desde luego, lo tendría: que alguien nos explique cómo no íbamos a fiarnos de una muchacha que ha hecho coreografías delante de un ventilador gigante, si esa es una de nuestras mayores aspiraciones en la vida.
Rocío podría convertirse, al mismo tiempo, en la primera presidenta del gobierno de España y en la primera mujer de color en presidirlo: teniendo en cuenta su currículum, antes de que su primera legislatura tocará a su final la habría sustituido una muchacha de pelo afro slaying dem braids.
Y sí, esto es vivir de ilusiones, pero francamente, Pedro Sánchez who. Nuestra candidata a la victoria es Rocío Cabrera: la fuerza del pueblo, reinventada con pelo negro corto cual Madonna cuando ‘Rain’, icono LGTB, icono del western pop y el line dancing patrio, y sobre todo, la Ariana Grande que el país merecía.
Dejemos, al menos, que sea ahora la Margaret Thatcher que nunca necesitamos.
Gracias a @elenaftsweetc y @breakofgay puedo añadir este vídeo de Ro durante aquella charla en este gran hilo:
— Rocío; my kitty🌹 (@rociosmelody) 21 de mayo de 2019
