No estaba la cosa fácil en la preselección británica del tema eurovisivo de este año: tenían temas de todos los estilos, pero por lo general, todos dejaban bastante que desear. Sólo uno de ellos tenía un cierto sabor actual y de hit, el ‘Legends’ de Asanda, que partía como favorito de los medios y el público, pero que finalmente no fue elegido durante la gala.
¿Por qué? Bueno, pues por culpa de su intérprete, que se cayó con todo el equipo con un directo que dejó muchísimo que desear a nivel vocal. En cualquier caso, los ingleses podían haber tenido un poco de mira de futuro, porque con cuatro meses por delante, nos diréis si había o no margen para la mejora y el ensayo.
En cualquier caso, como decíamos, Asanda se quedó con las ganas y fue el ‘Storms’ de SuRie la canción que se llevó el gato al agua. Una propuesta que suena a Avicii unos 3 o 4 años atrás, con la que el Reino Unido es muy probable que vuelva a quedar en posiciones decepcionantes. Al fin y al cabo, además de sonar bastante antigua, tampoco es especialmente memorable.
Seguimos verdaderamente impactados con la poca capacidad de reacción del Reino Unido, que, volvemos a insistir, es una de las mayores maquinarias creahits del planeta. ¿Cómo es posible que fracasen seleccionando una canción para Eurovisión, acostumbrados como están a marcarse pelotazos patrios?
El resto de nombres no tenían ninguna posibilidad: RAYA se presentaba con una canción y puesta en escena sobadísima, Liam Tamne era el clásico intento de Ed Sheeran que roza la vergüenza ajena con la letra del tema, Goldstone tenían una verdadera chapuza entre manos por mucho que fueran de grupo soul vocal, y Jaz Ellington era más reivindicable, pero desafinó en algunos momentos, y las cosas como son, también necesitó un mejor tema.