Principios de la década de los dosmiles, el pop de bandas como Spice Girls, Backstreet Boys, Aqua o Hanson estaba empezando a desinflarse, en favor de nuevas producciones, mucho más americanas, mucho más serias, más enfocadas a la música R&B. Esta tampoco dudaba en prostituirse, y conseguía enormes hits de radio tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, en donde la explosión de Craig David como ídolo de masas hacía renacer el underground urbano del país.
Y entre todas las caras conocidas del estilo musical, unas brillaban con especial intensidad: las de Destiny’s Child. Para cuando el año 2000 llegó a su fin, las chicas de Beyoncé tenían ya tres números uno y dos top3 en Billboard a sus espaldas, y en el Reino Unido también las habían acogido de buen grado: sus ocho singles habían llegado al top20 del país, y cuatro de ellos habían sido top5, incluyendo el #1 ‘Independent Woman (Part I)’. Con su ascenso, y la aún creciente popularidad de la nueva ola del urban -con producciones de Timbaland y Darkchild invandiendo toda lista existente- , no fue de extrañar que muchas girlbands nacieran a la sombra de Destiny’s Child o cambiaran su sonido para, directamente, imitar el de las chicas.
Estos son los ejemplos que se nos han venido a la cabeza:
Cleopatra
Cleopatra era un trío británico que venía de conquistar los finales de los 90 con cuatro singles en el top5, incluyendo el #3 ‘Cleopatra’s Theme’. Rápidamente se hicieron populares por su gracejo y sus estilismos, pero su primer álbum no pasó del #20 en UK y de 65.000 copias vendidas, unas cifras verdaderamente trágicas para la época. Por tanto, Maverick Records decidió darles un lavado de cara para su segundo trabajo. ‘Steppin’ Out’ se presentaba con ‘Come And Get Me’, un single pop que dejaba atrás su sonido simpático y se americanizaba hasta el máximo y un nuevo estilismo muy DC. Pasar del infantilismo y el look TLC de mediados de los noventa al rollo mujer madura les pasó factura: el disco, producido por Dallas Austin o Stargate, jamás se lanzó en el Reino Unido. Automáticamente, la banda anunciaba su separación.
https://youtu.be/lKWl30xDICU
Mis-Teeq
De Mis-Teeq se salvó su primera época -y Alesha Dixon, obviamente-, en la que básicamente eran las Destiny’s Child del urban británico, pero no imitaban su sonido o sus formas, porque bebían más del garage o drum’n’bass en producciones como ‘Why?’ o ‘All I Want‘. Pero pronto se quedaron si una parte de su cuarteto, y una vez confirmadas como trío, dieron rienda suelta al pop americano. Cierto es que lo suyo tampoco era un sonido calcado al de la girlband, pero incluso en sus vídeos dejaban ver que eran poco menos que su versión con toque british. A pesar de sus siete singles top10 y de sus dos álbumes certificados platino y oro, las chicas se separaron después de dos discos, en 2005, por la bancarrota de su discográfica.
Spice Girls
Si algún caso es absolutamente descarado en esto de querer parecer Destiny’s Child, ese es el de Spice Girls. Después de firmar dos excelentes álbumes de pop -aunque es cierto que el primero coqueteó con sonido más funky en los temas que no eran singles-, la marcha de Geri provocó que las cuatro chicas restantes quisieran ir de elegantes. Contrataron a Darkchild y, por supuesto, sus lanzamientos tuvieron de original o de marca de la casa nada y menos. El primer single, ‘Holler’, se estrenaba en el #1 británico pero vendía bastante menos que sus antecesoras, y finalmente, arrastró a ‘Forever’ a un platino tan raspado como decepcionante en las islas. Poco más de un año después, cada uno se iría por su lado y tardarían 6 años en reunirse.
Dream
Y claro, Estados Unidos también quiso impulsar el fenómeno con otra girlband del estilo, con la diferencia de que esta, Dream, tiraba de chabacanería pop que echaba para atrás. Y como suele ocurrir con las girlbands americanas, el proyecto salió mal. Las chicas dejaban un hit en listas, ‘He Loves U Not’, #2 en Billboard, pero el resto de su carrera fue un absoluto despropósito: su segundo disco jamás llegó a ponerse a la venta, pero en 2005 apareció en algunas tiendas de Francia y se pudo comprar digitalmente. En 2015, las chicas anunciaban un comeback -Dios sabe con qué intención- pero apenas duraron meses, antes de lanzar nada, anunciaron que habían vuelto a separarse. Al menos esta vez no tuvieron que esperar a que su discográfica las echara.
Honeyz
Lo de Honeyz es aún más absurdo: la banda había sido claramente creada para coger el testigo de Eternal, con baladas R&B muy relajaditas, looks sofisticados… era la típica girlband para señoras, que no resultaba molesta, pero no estaba en el punto de mira de la gente joven. De ese modo, conseguían dos singles top5 y dos top10, pero su disco se estancaba en el #33 del Reino Unido y la discográfica tomó cartas. Trató de sexualizar la girlband, llevándola a una estética más, erm, Destiny’s Child, y lanzó un último álbum del primer álbum, ‘Won’t Take It Lying Down’, remezclado, y con un vídeo en el que las chicas se contoneaban y bailaban.
Sin sorpresas, la girlband se despedía apenas un año después, hasta que en 2013 volvió a reunirse para los especiales de ITV2 de ‘The Big Reunion’, e incluso lanzó un single, ‘Definitely Something’, en 2015, con el que no pasó absolutamente nada.
https://youtu.be/gJMJggWwaCI
Precious
Lo de Precious también es una cosa inexplicable: fueron las representantes del Reino Unido en 1999 con ‘Say It Again’ -sí, Jenny Frost ha estado en Eurovisión-, y su estilo pop sin pretensiones se fue al garete con los singles posteriores, a pesar de que ‘Say It Again’ había funcionado relativamente bien en UK, con un #6. Las chicas se lanzaron al pop del rollo de Max Martin en ‘Rewind’, su segundo single, pero para el tercero… para el tercero copiaron incluso el vestuario de ‘Survivor’ sin despeinarse. ‘It’s Gonna Be My Way’ fue el único tema pseudo-R&B que llegaron a lanzar, porque obviamente, Jenny Frost se iba a Atomic Kitten y el resto, el resto se quedó sin contrato después del #50 de ‘New Beginning’, su último single.