Si habéis seguido a las Spice Girls durante estos años, sabréis que las componentes de la actualidad son solo cuatro, faltando la Picante Ausente, dedicada ahora mismo más a sus labores de sastre y modista. Las restantes son las siguientes:

  • La Picante Blastocita, que continúa llevando el pelo rubio con ocasiones coletas, la ondita GHD y trabaja en la radio británica Heart FM con un programa cada domingo. Un poco la Emma García de las ondas, con su propia Fiesta montada en la emisora.
  • La Picante Espeluznante, que está participando en el reality de Netflix Celebrity Beart Hunt y continúa con sus labores de jurado en America’s Got Talent. La recordarás también por decir que la banda vuelve cada cuarto de hora.
  • La Picante Gimnástica, que participa como jurado en La Voz, ha publicado un single junto a Anna Lunoe -no confundir con Tessa, Marey y Elena Gadel- y ha hecho un rebranding del chandaleo en clave glamourosa.
  • Y finalmente La Picante Tediosa, que estas semanas está de promo con la última novela adolescente de turno que ha escrito dentro de la saga Rosie Frost.

Precisamente por ello es noticia hoy. Porque ha demostrado que Geri Halliwell, como la recordábamos en el cuarto de hora que duró su carrera musical, está de viaje. Ella no es que se haya ido como la madre de Fani, ella está tan de viaje que regenta su propia franquicia de Halcón Viajes. Ella es el mismísimo Skyscanner. Ella mató a Willy Fog para poder heredar.

Y para muestra un botón. A su paso por la emisora de gays de más de 35 años, BBC Radio 2, le han pedido que recuerde la parte hablada en español de su segundo single, Mi Chico Latino. Esto es lo que ella ha recordado de tan icónico momento:

“Teño, yo no sé. Yo no sé. Pero no es un sueño. Corazón con to. Chico Latino te quiero. O semplemente deseyo. Yo no lo sé la camino. Es una sueño latino.”

En paz descanse Geri. La Geri que fue capaz de colar un “qué polla, qué tieso” y un “oh no me toques, ay qué perro feo” en el tema de cierre de Spice en 1996 ya no recuerda la versión más suavecita de sus arrebatos picantes. Eso sí, al menos se intuye que hay una parte en ella encerrada dentro de la ropa blanca peleando por abrirse camino. Igual que en la carátula de su primer álbum, Schizphonic, parece que lleve una camisa de fuerza.

Mel B, haz presión y tráete ya las llaves.

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