Con el cierre de ‘Qué Tiempo Tan Feliz’, hemos decidido mantener viva la marca, y hacernos un María Teresa Campos para nuestra generación, es decir, recuperar las canciones que, por un motivo u otro, nos provocan algo de nostalgia. No serán siempre enormes hits, no habrán sido #1 en todas las listas del mundo, pero siempre tendrán algo que haga que merezca la pena echar la vista atrás, bien por lo positivo o lo negativo. Rebobinemos pues hoy hasta 2010, cuando el Reino Unido había alzado a Alesha Dixon tras el Platino de ‘The Alesha Show’, pero lo tenía todo listo para dejarla caer con el siguiente álbum.
La canción: ‘Drummer Boy’
La canción era una maravilla de tintes militares. Era básicamente un desfile del 12 de octubre condensado en apenas 3 minutos. Todos los tambores a la vez, ruido, descontrol, una producción de auténtica locura. Básicamente, lo que Alexha Dixon hizo en 2010 con ‘Drummer Boy’, fue inventar a la Beyoncé de 2011, cuando colaboró con Major Lazer. Vamos, inventó Major Lazer. Es más, Alesha Dixon inventó la tamborrada de San Sebastian y vosotros ahí, como sin nada, untando tostadas con mantequilla ante este hecho inaudito. Como un día más.
Lo más criticado de la canción fue la intro. Tanto es así, que PopJustice colgó un hilarante tutorial sobre cómo hacer que el tema arrancara en el segundo 19 en iTunes. Es cierto que podía haberla dejado únicamente para el clip y obviarla en el radio edit, pero los clásicos son los clásicos, y no voy yo a donde Bach o Mozart a decirles que esta o aquella semicorchea estaría mejor en otro sitio. Pues tampoco se le tose a Alesha, hombre ya.
La producción de ‘Drummer Boy’ corrió a cargo de un protegido de Akon, algo que ya debería habernos dado pistas sobre su futuro en listas, pero hace 7 años todos estábamos un poco tocados, y confiamos en que aquello iba a funcionar. Al fin y al cabo, hablamos de un mundo que había dado pábulo a Sean Paul más allá de un single. ¿Por que no iba un protegido de Akon a dar forma a un hit? ¿No fue así como empezó Lady Gaga?
¿Cómo era el vídeo?
Un despliegue de color inspirado en a) el pulso de Michael J Fox, o b) ‘El Proyecto De La Bruja De Blair’. El caso es que Alesha salía con su mejor moda de 2010, incluyendo aquel tupé que sólo podía haber salido de la sala de maquillaje de Telecinco a mediodia, y se sentaba en un trono rodeada de maromos. Porque la canción era feminista, que ya se encargó ella de recordárselo a todo el que preguntaba por aquella época. Después, gente pintada con Titanlux, que bendita luego la gracia para quitarse la pintura de encima; y, por supuesto, suficientes señores con tambor como para recrear durante un año entero la actuación de Ramón en Eurovisión.
De hecho, el break de ‘Drummer Boy’, y su presentación en vídeo, bien podían haberle dado una victoria a Reino Unido en el Festival, porque está repleta de heys, ohs, y de coreografía de Poty con un body. ¿Veis como inventó a Beyoncé? Si es que no nos prestáis atención.
El vídeo en cuestión, por cierto, lo dirigió Ray Jay, que más tarde se haría cargo de ‘Something New’ de Girls Aloud, confirmando que lo del buen pulso no es lo suyo. También ha rodado ‘Woman’s World’ de Cher, ‘Till The World Ends’ de Britney Spears, o ‘Wepa’ de Gloria Estefan. Ray Jay, giving the gays what the gays want desde 2002.
¿Qué hizo con el single?
Provocar el colapso de la industria pop del Reino Unido, que se vino del todo abajo cuando negaron a esta canción la posibilidad de brillar en condiciones: ‘Drummer Boy’ fue #15 en UK, consiguiendo no un mal resultado, sino el peor de un primer single de la cantante. Por Dios, ¡que hasta ‘Lipstick’ entró un puesto por encima!
De hecho, Alesha marcó con ‘Drummer Boy’ el peor de sus datos desde el #45 de ‘Knockdown’, otra injusticia de la que ya hablaremos, porque no damos abasto para controlar el desorden universal del pop. El caso es que la canción, además, cayó bastante rápido y quedó lejísimos de ser un hit. Tras ello, el disco que la incluía, ‘The Entertainer’, se coló en un horripilante #84, lejos del #11 de ‘The Alesha Show’. El disco es, aún hoy, el peor dato de la artista en lista de álbumes. Y sí, lanzó un tercer disco que entró tres posiciones por encima.
Como dato curioso, ‘Drummer Boy’ se coló en el #40 de la lista de singles española, que ya contaba con descargas digitales aunque no streams -obviamente- en aquella época. En su segunda semana en lista, tocaría techo con un #26 que hoy día nos deja a cuadros. ¿En qué momento llegó tan alto este tema en este país?
Trabajos posteriores que merezcan ser comentados
Como os decíamos, Alesha Dixon llegó a lanzar un tercer álbum, el #81 ‘Do It For Love’ en 2015. De él fueron lanzados nada menos que 4 singles, pero hoy nos quedamos con el último de ellos, ‘Stop’, que a pesar de su gancho, de ese momento Alesha vintage rapeando y de ese pelo lila que llevaba, se quedó fuera de entrar en lista como sus predecesores.
De hecho, a pesar del éxito de Alesha en el Reino Unido como celebridad -tiene, hoy día, perfumes y marcas de ropa a su nombre-, y de su paso por ‘Britain’s Got Talent’ o ‘Strictly Come Dancing’ como jurado, la última vez que pisó la lista de single fue con el asombroso #78 de ‘Every Little Part Of Me’, otro tema que merecía un hueco en el top10 de 2011. El maltrato a Dixon es, y ha sido, intolerable.