Bienvenidos a la sección de la web que analiza pupilas, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.
Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción “favorita” de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.
¡Preparad las pupilas, y arranquemos un nuevo visionado!
El single, ‘Diciembre’
¿Podemos hablar de ‘Diciembre’ con la hermana mayor de ‘Inmortal’? Bueno, la hermana mayor o más bien la tía del pueblo que se quedó viuda de joven pero que sigue viviendo algo inmersa en antiguas costumbres, que sale a por el pan cada mañana en babi y cocina para dos aunque sepa que el gato sigue sin poder sentarse a la mesa a comerse las lentejas.
Ese tipo de tía del pueblo es ‘Diciembre’, que ahonda de nuevo en los ritmos de rock latino con tinte bastante melodramático -no obstante, fue producida por Áureo Baqueiro (Francisca Valenzuela, Belinda…), que conoció al grupo cuando grabaron ‘Primera Fila’-, es vez con la composición de Pablo Benegas.
El tema funciona también a modo de versión española de ‘When All Is Said And Done’ y muestra la impresión de alguien que ya ha renunciado a poder arreglar nada con su pareja, porque está todo tan hablado que una ya es Marta y la otra Marilia. Como_repartimos_los_amigos.m4a
Y como claro, era todo de un triste que iba a borrarle la sonrisa incluso a Terebere, los donostiarras decidieron añadirle un hook de “uuh-uuh”s que, lamentamos comunicarles que hacen poco por el estado de ánimo del oyente. La sensación post ‘Diciembre’ sigue siendo la de querer aferrarse a un kleenex por muy repleto de mocos que esté.
El momento más La Oreja
Vamos a analizar la segunda estrofa de la canción:
“Qué más da quién pagó la cena o si dejamos a deber,
si el silencio dibujaba con las migas del mantel“
Por favor, alguien tiene que aclararle a La Oreja De Van Gogh que el silencio no puede hacerlo todo. Tienen al silencio sobretrabajado. El silencio lo mismo dice verdades, que es sincero, que escribe, que nada, que nieva, que canta, que shup shup, que qué sé yo, que dibuja con las migas del mantel.
No tendrá el silencio tareas pendientes a causa del grupo que va a ponerse ahora a dibujar con migas. Que para más inri, se va a poner perdido y luego va a ser un silencio incómodo, porque te va a dejar todo repleto de migas y va a terminar pareciendo todo una granja de pollos.
El silencio necesita un descanso, hombre ya. También necesitamos un silencio que pueda estar sentado en su lado del sofá, sin tener que rendirle cuentas ni a Leire, ni a nadie. Por favor, qué explotación laboral.
Y otra cosa os vamos a decir: si os vais de una cena dejando a deber, el silencio no sé, pero me sé yo del dueño de un restaurante que va a hacer algo más que dibujar con migas, vaya. Os van a pitar los oídos de aquí hasta Santa Clara.
Así era su vídeo
Partamos de la base de que tiene un vídeo, que como siempre en los singles de La Oreja, es algo digno de celebración. Además, tiene un vídeo de esos con narrativa y todo, rodado en el margen del Nervión en Bilbao, donde un edificio aparece en llamas y la gente entra en pánico.
Tranquilos todos, que ha debido ser el silencio que se ha vuelto pirómano por el estrés, pero ya han llegado los bomberos para apagar el fuego. Bomberos, por descontado, que tienen una historia de amor de trasfondo, a la que se tienen que enfrentar porque el edificio está en llamas y el ex de la muchacha va a acabar con la carita no precisamente empapada esperando mil rosas, sino como la de un pollo asado.
Por supuesto, el fuego alcanza al grupo, que no es parte de la historia sino que está tocando en un salón, no sea que, como siempre, se os olvide que tocan instrumentos. El día que los veamos de pie haciendo algo se nos va a olvidar y vamos a pensar que son poetas y albañiles, veréis. Leire tiene un micrófono de pie, por supuesto, para que el fuego la pille cantando, pero sin necesidad de encorvarse.
El Pupilómetro
Ya expusimos en su día nuestras dudas sobre el encanto de ‘El Planeta Imaginario’, pero volvemos a exponerlas con este lanzamiento: La Oreja necesita más hooks y menos complicaciones. Menos cipreses y trenes, y más ganchos a los que aferrarnos.