La malagueña más internacional, Marisol, poco o nada tiene que ver con el post que hoy nos ocupa. Hoy venimos a hablar de un nuevo posible hit italiano de Prosciutto Kween, Ana Mena, que a este paso va a acabar con la doble nacionalidad y un espíritu más de Italia que la mismísima Lady Gaga, icono indiscutible del talento de la bota europea.
Pero claro, el éxito en Italia tiene sus consecuencias y ya conocemos las de Ana Mena: una lumbalgia crónica provocada por tener que cargar continuamente con el peso de señores random que la acompañan en las canciones, para hacer que todo suene como a Pimpinela en italiano. Debe ser que eso le da siempre un sabor más mediterráneo al asunto. Tan mediterráneos Pimpinela, por cierto, como el sonido de bachata de las canciones con las que triunfa generalmente la artista, tan representativas de Italia como de la Málaga natal de Ana.
♫ podéis escuchar este y otro puñado de hits en nuestro a-list de spotify ♫
Málaga, por si nunca habéis estado, es un pueblecito costero de la zona este de Sicilia, donde Ana pasó sus primeros años de vida. En aquella época su familia trabajaba la mozarella, industria con la que hicieron tanto dinero que con él consiguieron hacer famosa a Becky G, para después invitarla a cantar con Ana y matar dos pájaros de un tiro. Dos gorriones más exactamente. Los pobres, la madre un disgusto en el nido que no veáis. Están los de Greenpeace aún investigando la historia.
Pero volvamos a ‘Un Bacio All’Improvviso’, una canción cuyas consonantes dobles parecen estar colocadas a la babalá, muy a diferencia de su estribillo, en el lugar exacto para volver a tenerte tarareando el tema durante horas. Esto confirma que Ana Mena es la David Civera de nueva era: hasta que se le acabe la cuerda a este estilo, no hay verano en el que no nos de la vida una propuesta suya. Con la ventaja de no tener que aguantarla con pantalones de cuero o vestida de mafiosa. Aunque sí siéndolo, por sus orígenes sicilianos.
