Cuarta gala de ‘Operación Triunfo’, que, nos vais a permitir que digamos, partía de la base de una diferencia de nivel de canciones importante, justificando algunas nominaciones que podíamos haber dado por anunciadas durante el reparto de canciones. Una situación algo ilógica que llevó a la gala a un desarrollo francamente previsible y cargante, con algunas valoraciones con las que no podemos estar más en desacuerdo por esta vez.
Y es hora de hablar de los estilismos: por favor, para un programa que tiene TVE que es seguido por gente joven, ese vestuario. ESE vestuario. Analicemos pues cómo han ido las cosas cuando ‘OT 2017’ cumple su primer mes de vida.
Los nominados
Casi el 70% del público prefirió a Cepeda antes que a Thalía, y la verdad, tampoco nos extrañó el exceso el resultado. Entendemos que el carácter de Cepeda pueda resultar más impopular, pero es que Thalía no daba más de sí, era un perfil de concursante de ‘Popstars’ en 2002. Y sí, podía desvivirse por estar en el concurso y trabajar todo lo que quisiera y más, pero seguía engolando la voz como si se le fuera la vida sonar como Stacie Orrico. En 2017.
Y eso que su actuación de anoche fue correcta con ‘Cenizas’ de Malú, algo folclórica de más -de nuevo, el vestuario no ayudó en nada-, pero vocalmente bien llevada a cabo. El mismo folclore, por cierto, que en cierto modo se echó en falta en el ‘Dancing On My Own’ de Cepeda, que eligió la versión de Calum Scott, ganadora del Amaro a Peor Versión en 2016, y la defendió bien vocalmente, pero con su cara de almeja inexpresiva de todas las semanas.
La mejor actuación de la noche
También siendo francos, fue un gala de actuaciones bastante mediocres. Ninguna de ellas se lució muy por encima del resto, pero hemos decidido quedarnos con ‘Symphony’, porque vimos a una Nerea que recuperada un poco más el flow y a un Agoney entregado a la causa que tuvo opción de lucirse más por su escenografía durante el tema de Clean Bandit y Zara Larsson.
Como algo criticable, diremos que a) el vestuario, tema de interés de todo este post, fue antiguo y espantoso, y b) los visuales y puesta en escena en general pudo ser mucho mejor. Al final lo más relevante de su paso por el escenario fueron ellos dos, que por otra parte, también es de lo que se trata.
La peor actuación de la noche
Y aquí es donde más de uno decidirá asesinarnos con arma blanca, pero no hemos comprado ni un solo segundo de la versión de Alfred de ‘Amar Pelos Dois’. Y mira que somos muy de él como artista, y creemos que es posiblemente uno de los productos más interesantes del programa -de ahí que fuera elegido también favorito del público-, pero anoche absolutamente nada estuvo bien, más allá de que su imitación estuvo conseguida.
Fue un número de karaoke de barrio, imitando hasta los pequeños guiños de la canción original, sin añadirle nada que la hiciera más propia, sin conseguir que uno olvidara a Salvador Sobral y se centrara en Alfred. Como idea: una versión en español del tema, con él al piano y más bien poco más en escena hubiera sido mucho más acertada. Ayer nos dejó fríos no, lo siguiente. Por mucho aplauso que se le otorgara, esta era la actuación y valoración regalada de la noche.
El scoreboard
El resto de actuaciones
Y ahora, abramos el resto de melones: no se puede nominar a alguien por el mero hecho de que su canción sea un cuadro de comedor. Lo sentimos, pero no se puede. Se puede nominar a Manu Guix, se puede nominar a Noemí Galera, pero no se puede nominar a dos concursantes por hacer de una canción de verbena una canción de verbena. No-había-forma-humana-de-sacar-partido-a-‘Madre-Tierra’. Era el anti-talent, lo anti-2017, lo anti-musical. Por eso nuestras valoraciones altas para Ricky y Mireya, creemos que su nominación fue única y exclusivamente culpa de la canción. Y si no, la semana que viene pongamos a Alfred a hacer ‘Arriba Abajo’ de Coyote Dax y veamos como se desarrolla la cosa.
En fin, cabreos aparte por lo absurdo de ciertas decisiones, vayamos con el resto:
- Aitana y Amaia estuvieron estupendas, pero la puesta en escena terminó cargándose ‘Con Las Ganas’.
- Raoul salvó ‘Dancing In The Moonlight’ del naufragio al que la estaba condenando una Marina incómoda y casi ridícula en el escenario, que parecía una mujer de 65 años en la plaza del pueblo.
- Miriam estuvo aburridísima, pero tampoco le ayudó un bolero tan antiguo, un vestuario tan antiguo y un concepto escénico tan antiguo. Todo fue excesivamente rancio, normal que fuera salvada por los profesores.
- Roi y Ana tenían la posibilidad de lucir más el tema de Shawn Mendes, y aunque él estuvo bien, el papel de ella fue más discutible durante la actuación.