Después de una criticadísima primera gala en la que ‘Operación Triunfo’ demostró que, a pesar de un buen plató y tirón en el casting, sin un buen sonido no hay a donde ir, el programa volvío al lunes en prime time en TVE y quiso enmendar errores. ¿Lo consiguió?
Lo cierto es que la gala mejoró bastante en sonido -aunque todavía hay flecos que revisar-, pero especialmente, mejoró mucho en su ritmo: las entrevistas breves, los vídeos resumen y las actuaciones se sucedieron sin freno durante la primera mitad, y todo se saldó con bastante más soltura que en su gala de estreno.
La segunda mitad, eso sí, con un jurado sin ninguna capacidad de síntesis televisiva -ni siquiera son capaces de aclarar cuando alguien está a salvo, dejando la interpretación de su valoración en manos de un más relajado Roberto Leal- ralentizó las cosas, y eso habría que perfilarlo. Sacrifiquemos algo de su intensidad y busquemos una valoración directa con un par de frases y otra que aclare si cruzan o no la pasarela. En cualquier caso, la primera gala de ‘OT’ fue un enorme paso adelante para el programa, que se ha acercado mucho más a lo que un show de 2017 debería ser, aunque volviera a terminar a deshoras. Señores, las 00:35 no son la 01:00.
La mejor actuación de la noche
Vamos a quedarnos con ‘Las Cuatro Y Diez’, que lamentablemente no es una versión del clásico de Conchita, que eso eran las ‘Ocho’, sino de uno de Aute. Anoche fue interpretada por Amaia y Nerea, dos concursantes que tienen pinta de ir a llegar lejos, no sólo por tener unas voces melódicas que agradarán mucho al público, sino por su desbordante personalidad, mucho más única que su voz.
Amaia y Nerea se plantaron en mesas escolares, con una puesta en escena muy escolar, y fueron increscendo: si bien al principio los nervios les impidieron lucir sus primeros versos en condiciones, las armonías de la segunda mitad del tema fueron estupendas, la química entre ellas se dejó notar y se marcaron la, bajo nuestro parecer, mejor actuación de toda la gala.
Amaia, por cierto, nos parece uno de los personajes televisivos de este 2017: ¿no es casi autoparódico? Estamos totalmente fascinados con ella, y derrochamos amor.
La peor actuación de la noche
Que el nivel mejorase anoche no quiso decir que no hubiera malas actuaciones: pero aunque la mediocridad inundó algunas de ellas, a nuestro parecer, Juan Antonio arrastró a Mireya al pozo con su versión de ‘Corre’ de Jesse & Joy. Ojo, porque tenían uno de los ases de la gala en las manos: habían aflamencado la balada latina, pudiéndola haber hecho mucho más suya, y se plantaron los dos en el escenario con cara de no saber muy bien lo que estaban haciendo ni para qué.
Mireya salvó los muebles, aunque también parecía colocada por el ayuntamiento, pero Juan Antonio hizo el más absoluto de los ridículos vocales anoche. Cómo logró salvarse de la nominación es algo que sólo puede entenderse con dos razonamientos: que el jurado había aprovechado su paso por el escenario para ir a por un café, o que en los despachos del programa a alguien le gusta que le digan poesías cuando hacen groserías*.
El scoreboard
El resto de actuaciones
Durante el resto de la noche, varios dúos consiguieron brillar: Agoney y Miriam fueron cogiendo fuerza durante ‘Running’ y pasaron del oversinging a terminar bordándola, y Cepeda y Aitana lograron, con sutileza y una voz más controlada, desbordar química en ‘No Puedo Vivir Sin Ti’, que hizo normal que la muchacha se convirtiera en la favorita del público. Aitana estuvo fantástica durante cada aparición en la gala, un soplo de aire fresco.
Más mediocres fueron los dúos de Ricky y Roi en ‘Tu Enemigo’, francamente plana y armonizada de forma bastante extraña, Ana Guerra y Mimi, que dejaron que la canción se las comiera después de algún ensayo bastante mejor, y Alfred y Marina, que iban cada uno por su lado en ‘Don’t Dream It’s Over’. No entendimos muy bien esos golpes bisbalianos que se daba Alfred durante sus versos. El inglés, ya tal.
Ya hemos hablado de lo peor de la noche, pero no queremos pasar por alto un ‘Cake By The Ocean’ a cargo de Raoul y Thalía, que se salvo únicamente por una efectista puesta en escena con una realización mejorable, dicho sea de paso. Raoul estaba visiblemente incómodo con el número, y Thalía derrochó energía, pero para mal. Tras el primer estribillo, el dúo termino a berrido limpio con el tema de DNCE.
*That was a Becky G reference, que anoche actuó en el programa censurando ‘Mayores’.