Bienvenidos a la Gala 2 de ‘Operación Cucú’, donde os mostramos la evolución semanal de los triunfitos que más necesitados están de una evaluación psiquiátrica y un test de CI. Bueno, a Verónica Romero esto último no le hace mucha falta, porque digamos que la cifra sería similar a la del número de álbumes que tiene publicados, 3.
Hace unos días, la intérprete de clásicos como ‘El Efecto Del Anís’ se mostró a favor de la manifestación anti-mascarilla a la que por supuesto no acudió, como el otro gran pilar ideológico del movimiento, Miguel Bosé, que por si acaso, se quedó como Verónica, en casa y viendo la novela turca del Nova.
De forma absolutamente irresponsable, la muchacha también hablaba en Twitter de “cortes de luz”, conspiranoias del 5G y “falta de alimento básicos”. Todo ello, por descontado, tan o más imaginario que el disco que lleva promocionando 8 años mientras la invitan a hacer tortillas en los matiné australianos. Ahora, ha querido matizar sus mensajes a través de un vídeo de Instagram en el que habla como si acabara de salir de Miss Elche y quisiera la paz mundial.
“No quiero que penséis que no me importan los enfermos, me importan mucho”, dice al principio del mensaje. Más o menos como si nosotros nos damos mañana a la caza del lince, y luego colgamos un vídeo con el cadáver del animal detrás diciendo “no quiero que penséis que no somos animalistas, lo somos mucho“. Después manda algunos mensajes del nivel de “tengo muchos amigos negros” pero aplicados al Covid-19 y repite quinientas veces que ella está hecha de amor y todo lo hace desde el amor, porque así vibra.
Mira, Verónica, la gente que sois así, tan de amor y tan de luz, ya podíais esforzaros en trasmitirlo más en hechos y menos en palabras: uno puede ser muy de luz, pero si de forma irresponsable pone en juego la salud de millones de personas, con ese amor puede limpiarse el culo si quiere. Nadie necesita ese amor. Ese amor es el típico amor de alguien que está continuamente dándote sopapos mientras te dice “cómo te quiero”. Pues no, gracias.
Después la cantante intenta hacer ver que “hay información que no llega, y que ella quiere tenerla toda para luego elegir su verdad”. El problema es que su verdad se basa en una gilipollez. Es decir, yo mañana veo cuatro vídeos de Youtube en los que dos tarados me explican que con mis venas puedo hacer espaguetis, y al día siguiente me las corto y preparo un plato de pasta. Cuando un médico me diga “¡pero hombre, estás muriendo!”, yo responderé “no, no muero, aunque no tenga venas viviré, porque elijo mi verdad en base a la información de estas personas”.
Y luego al respecto de las pullitas a nuestro post del otro día en el que, efectivamente le faltamos al respeto porque no nos merece absolutamente ninguno: el ego se alimenta de rabia, pero ¿sabes de qué se alimenta también? De inventarse una carrera en Australia, un éxito en Los Ángeles, fingir que estás nominada a los Grammy y que has hablado con Jay-Z. Eso sí que es alimentar el ego.
Ale, disfruta de la vida, chica listissssima. Y just wear the fucking mask, Karen!
https://www.instagram.com/p/CEETbwhqi3e/