Nuria Fergó ha sido otra de las noticias de la semana. Lo cual le ha pillado completamente por sorpresa, porque no le ocurría desde que la primavera era clara y ella llevaba zapatitos nuevos de tacón. Eso sí, ¿ha sido Nuria Fergó la noticia que pretendía ser? Bueno, pues seguramente sí en realidad, porque esto en su cerebro habrá funcionado fenomenal, le dará un Sonsoles y otro podcast al babalá y ya habrá cotizado más que en 2015.
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El suceso es que Nuria Fergaux, intérprete de clásicos como Palabritas, debía dar un concierto en Villajoyosa. Pero de pronto, en plena prueba de sonido, pide a los músicos que paren y empieza a soltar un speech tremendo sobre que no se han cumplido los mínimos para dar ese concierto, que no se respeta a los artistas, etc., etc. Un speech que, oye, por delicadeza con la gente del pueblo allí presente, ya le podía haber soltado a los del Ayuntamiento, a la comisión de fiestas o sabe dios a quién.
Porque claro, luego pasa lo que pasa: que es tremendamente cómico ver a la Fergaux, con la pamela y las gafas de sol, en su momento más Isabel Pantoja, mientras el resto de los vecinos sudan completamente de la situación y debaten alegremente sobre dónde se celebra el concurso de paellas. Un par, eso sí, se llega a enterar de la vaina y la increpa por “falta de profesionalidad”: “Son 21 años siguiéndola”, dice una, que por lo que sea la empezó a seguir en 2004, cuando el resto estaba ya por otras uvas. Pero a unos niveles que podían tener montada una vendimia, vaya.
Nuria Fergaux se quejaba de las condiciones del show -estaba en una tarima de un metro cuadrado en las fiestas de un pueblo, tampoco se si es que esperaba actuar en el Teatro Real- y aunque razón tiene en que los artistas suelen ser muy maltratados en ese sentido, la realidad es que una de las vecinas que es parte de la comisión de fiestas comentaba en redes que Nuria había dado el visto bueno a todo lo que se había organizado. Se habrá agobiado entonces por haber perdido las horquillitas de color.
Al menos, a falta de concierto con todo su hit y canciones como Si Nos Dejan, le dio a los vecinos un microteatro que haría temblar a la mismísima Blanca Portillo.