A mediados del mes pasado se publicó el último álbum de Iggy Azalea, ‘The End Of An Era’. Y cuando decimos último, puede ser literalmente: la artista lo anunció alegando que podía ser su trabajo final en la música. Y no es de extrañar, el disco no se ha colado en el top100 de ningún país grande y tampoco al top200 americano. Un tremendo fail considerando que su anterior trabajo, ‘In My Defense’ llegó al #52 de Billboard, y que había empezado a remontar en singles en los últimos años, con el Oro de ‘Started’ o el platino de ‘Kream’.
Pero ‘The End Of An Era’, a pesar de lo espectacular de sus carátulas y lo eficaz de sus últimos vídeos, no ha conseguido mantener el nivel. De hecho, sólo ‘I Am The Stripclub’ supera los 4 millones en Spotify, una cifra que queda lejísimos de los, por ejemplo, inalcanzables 75 millones de ‘Started’ o los 41 de ‘Lola’.
Claro que esta vez, Iggy ha tenido que apañárselas sin grandes nombres en sus temas: ni Quavos, ni Tygas, ni Tinashes siquiera en ‘The End Of An Era’. Y según parece, no se debe a que Azalea no haya hecho llamadas, según ella misma confirma en su última entrevista para radios:
“Por supuesto que hubiera querido grandes nombres en mi tracklist. Pero la industria es tremendamente falsa. Toda la gente me ha respondido que quizá en la siguiente canción, que podemos quedar para escribir algo, etc. Claro que me hubiera gustado. Pero resulta que cuando llamaba a alguien, siempre estaban enfermos o lavándose el pelo ese día o lo que sea. Igual soy una persona complicada para trabajar, o soy una mal perfil para los negocios.
De modo que si no voy a tener nombres que me ayuden a mí, al menos aprovecho mi proyecto para ayudar a nuevas voces que creo que merecen ser escuchadas. Es la única forma de verlo.”
Iggy también habla de que le gustaría mantenerse como compositora para otros artistas y conseguir un hit en su nombre sin que nadie supiera que lo ha escrito. Un poco al estilo de Taylor Swift en el ‘This Is What You Came For’ de Calvin Harris, que firmó con sobrenombre. Cuenta Iggy que lo disfrutaría como algo satisfactorio a nivel personal, pero que no descubriría después que fue ella para recibir la aprobación del público.
Realmente todo esto es una pena, porque si bien Iggy Azalea tuvo unos años en los que tenía una actitud del todo discutible y todo lo que la rodeaba era pereza, en los últimos años ha demostrado una madurez y un sentido del humor que merecerían un revival. Además, ahora que por fin varias mujeres pueden compartir spotlight en el rap -ya nos ha costado, señores- ¿no habría un hueco para Iggy?