“¿Sabéis lo que es el ‘Strong’, no? No me hagáis hablar. Tuvo que entrar abajo, bajar las escaleras. Tuvo que entrar abajo, que no hay luz”. Esa frase de Paquita Salas podría servir como resumen del nuevo vídeo de Troye Sivan, a medio camino entre lo aesthetic y lo prostíbulo, como si hubiera sido asesorado al mismo tiempo por Selena Gomez 2017 y Fifth Harmony 2016.
Porque lo mismo Troye aparece caminando con estilazo por campos llenos de torres de electricidad, o como quiera que se llamen esas cosas, que no tenemos una licenciatura en diseño de torres, que acompañado de maromos que al principio parecen únicamente haber olvidado pagar a Endesa, pero después descubres que acaban más mojados que María LaPiedra en una habitación del Ritz. Y ahí está él para acompañarlos, que oye, Troye será muchas cosas, pero tonto no es, y tampoco va él seco como para perderse el festín.
Después, pues mucha pose divesca entre neones, en blanco y negro, golpes contra la pared, caminar por un pasillo vacío, y demás complementos estéticos para un ‘My! My! My!’ que funciona, pero no cambia demasiado las reglas del juego para el cantante. En el fondo, tampoco hace mal en recordar que esto de los temas de sutileza R&B con estribillos llenaestadios lo propuso él en primera instancia, y después llegaría el resto a apropiarse de la idea, como si fuera él la cultura negra y los demás Miley Cyrus en ‘Bangerz’.
Veremos de qué más material carga el que será su segundo álbum de estudio, pero como arranque, y a pesar de lo continuista de la canción, no tenemos demasiadas quejas. Bienvenido de vuelta, Sivan.