El Papa Francisco ha muerto a los 88 años. Después de que Terelu fuera a Semana Santa y de que lo visitara el vicepresidente de los Estados Hundidos. ¿Casualidad? No lo creo. Si no fuera porque JD Vance tiene nombre de personaje de Street Fighter, la misma mentalidad que uno de ellos y la capacidad cognitiva de Blanka, una vez muerto el personaje, pensaría incluso que lo ha orquestado para colocar al Papa tradicionalista de turno. Entiéndase el eufemismo. Más tradicionalista, si cabe. Que hablamos de un Papa progre con una facilidad… Con que no considere que el 95% del planeta va a ir al infierno porque no luce como los personajes generados con IA de “cómo lucirían estos personajes Disney en la vida real”, nos vale.
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En cualquier caso, el Papa ha muerto. Con él, el legado de ser el único Papa con nombre de popstar español. Francisco, el artífice de clásicos como Latino. No esperamos que pronto tengamos un Papa Merche, un Papa Abraham Mateo o un Papa Chenoa, con lo que nuestras posibilidades pop quedan bastante limitadas desde España. ¿Papa Almácor? También improbable. Limitadas, efectivamente.
Y con toda esta noticia, lo realmente destacable es que Mama de Spice Girls ha sobrevivido a otro Papa. Girl Power, indeed. La canción ha sobrevivido ya a tres Papas, que se dice rápido, pero va en camino del cuarto.
El tema fue el cuarto single lanzado desde Spice, el primer álbum del quinteto, cuarteto, quinteto y posterior cuarteto. La canción, dedicada a las madres de las componentes, contenía letras tan profundas como “Mama, I love you, Mama, my friend”, que haría las delicias de todo inglés el Día De La Madre y de toda profesora de inglés en España en busca de algún listening que la hiciera parecer cool en 1997.
Con una estructura pop-R&B, influencias del góspel, del coro infantil de Betty Missiego y de programa random noventero de Nieves Herrero al que pudo o no haber puesto música de cabecera, Mama fue injustamente lapidada por la popularidad de Who Do You Think You Are, presentada en los Brits a golpe de sotén, mono de látex, Union Jack y una Melanie C a la que se la escuchó decir en el camerino “he dicho que no me pongo chándal en una gala y no me lo pongo”. La estilista, por joder, le colocó toda la ropa marrón que encontró en aquel burro.
Mama contaba la historia de cinco chicas reconciliándose con sus madres, posteriormente se convertiría en la canción que ellas mismas dedicarían a sus propias hijas e hijos, y a la larga, en la canción que los fans del grupo utilizan siempre para ir a rellenar la bebida durante los conciertos. Salvo que interpreten Let Love Lead The Way, que entonces se espera a esa.
Mama dura 5 minutos y cuatro segundos, algo más que el Papado de Ratzinger, pero menos que Viva Forever (5:10, aunque su radio edit la acortó a algo más de cuatro minutos) y que If You Wanna Have Some Fun, cuyo fade out la extiende hasta los 5 minutos y 26 segundos, previsiblemente porque el productor se quedó en modo “¿y no te da pena dejar Madrid? me quemaría por dentro”, porque el aporte del minuto y medio final de la canción es… ninguno.
Dicho todo esto, queda clarísima la fuerza de Mama: la canción que sobrevivio a tres papados, resulta completamente soez leída en imperativo en español y tiene más streams que Goodbye y Too Much en Spotify porque si algo deja clara la plataforma es su capacidad para explotar el mal gusto. Si no, echadle un ojo al top100 español.