Michelle Williams es una tercera parte de Destiny’s Child. Un hito no solo por haber sabido sobrevivir al continuo cambio de componentes de la girlband, sino también por haber sido parte de la historia de un grupo semejante. Pero claro, si a la gente le cuesta recordar a Kelly Rowland, imagina ser la tercera en discordia y encima compartir nombre con una actriz conocida en Estados Unidos. El simil en España sería haber sido una Lunae y llamarse Blanca Suárez. No sería fácil que la gente la tuviera en cuenta a una.
Pero Michelle ha sabido sacar tajada de la situación en su último anuncio para Uber Eats, en el que aparece sentada en un banco comprobando su cuenta en la aplicación, mientras una señora a su lado se comporta como si hubiera sido LaTavia quien hubiera tomado asiento. “¿Sabéis lo que es decepcionante? Haber sido parte de una girlband icónica y que nadie me reconozca”, se lamenta con bastante sentido de humor Michelle en el anuncio.
Poco después pasa por su lado un hombre persiguiendo a su perrita Michelle y finalmente, cuando la mujer a su lado parece haberla reconocido, resulta que sólo sabe su nombre porque se le ha caído la cartera y está devolviéndosela. Pues más o menos como le pasa con Beyoncé cada vez que el trío reaparece en algún evento. Como bien dijeron en aquel icónico sketch de MadTV, “there’s no Michelle in Destiny’s Child”.
La verdad es que este tipo de cosas son lo mejor que puede hacer Michelle con el sambenito de ser la tercera en discordia: tomárselo de coña y aprovechar la situación para ampliar la vida laboral y ganarse unos Yatekomos hasta que Beyoncé decida volver a poner la maquinaria del trío en marcha. Algo que dudamos que ocurra hasta que las chicas se hagan con el control de la marca de la banda, aún en manos de Matthew Knowles.
Al menos las tres chicas tienen sobrado buen rollo, uno al que las componentes que pasaron anteriormente por la banda se han unido en la última temporada, con varios reencuentros de Destiny’s Child como quinteto en la intimidad.
