En el caso del Melofestivalen, a la cuarta se dio la vencida y la última de las semifinales consiguió levantar un nivel que estaba por los suelos hasta la fecha. Una pena, porque hubo canciones que podían haber tenido un pase en cualquier otra semana de este año.
Resultados
Pase a la final
> ‘Tattoo’, Loreen
Difícil era que estando el nivel de este año como está, la propuesta de Loreen no pasara directa a la final. Fue la canción más votada de la noche y no fue para menos, porque la sueca puso sobre el escenario una propuesta estéticamente preciosa y una canción que, sin ser tan inmediata como algunas de sus predecesoras, podría llevarse esto de calle y colocarse entre las favoritas para ganar Eurovisión.
Loreen sufrió la aparición de su propio Jimmy Jump al arranque de la performance, lo que obligó a repetirla desde el inicio. Fue la primera vez en la historia del Melodifestivalen que una actuación se repetía. Pero los cámaras habían perdido el hilo de la actuación y llevaban un rato enfocándola de lejos: lo cierto es que todo ‘Tattoo‘ depende mucho del juego de cámaras, que capten cada apasionado movimiento de la artista. La canción tampoco está mal, pero gana mucho con la performance.
> ‘Six Feet Under’, Smash Into Pieces
Reivindicando los sonidos del rock dosmilero de Linkin Park -entre otros- los chicos de Smash Into Pieces ganaron la votación de la gala y pasaron también a la final con ‘Six Feet Under’. La canción, presentada de una forma sencilla pero efectiva para una banda en directo que va a lo que va, ha sido una de las mejores de Melfest este año y podría, en un golpe de timón sorprendente, darles también la victoria a ellos.
Recuerda en cierto modo a la propuesta finesa de hace un par de años, que también enviaron una canción rock pegadiza y terminaron sextos en el marcador.
Pase a la semi final
> ‘Where Did You Go’, Kiana
La pobre Kiana se las dio muy felices durante gran parte de la votación, que la colocaba como finalista gracias al voto del sector más joven de la audiencia, pero poco a poco su propuesta dance-pop fue perdiendo fuelle y tendrá que pasar por semifinales de nuevo.
Kiana presentó un tema divertido, altamente bailable, muy del gusto del europeo popfan medio, que ejecutó en directo con muy buen tino, la verdad. No fue lo más memorable de la noche, pero el juego de neones, el punto camp puntual y el ritmo del estribillo bien le merecieron ese pase.
> ‘One Day’, Mariette
Mariette volvió este año al Melfest con una canción que ha sido una bomba de aire para los fans del pop melódico este año, en el que el nivel ha estado más bien bajo. Sí, ‘One Day‘ es la previsible canción mona sueca, pero al menos era una bastante decente. Mensaje esperanzador, mucha luz en su melodía, hooks en la coreo con el dedito apuntando al cielo… Mariette pudo pasar a semifinales gracias al voto más adulto.
La presentación, con unas escaleras que hemos visto unas doscientas veces en los escenarios europeos este 2023, contaba al menos con un spin en forma de dos rampas que permitían a los bailarines arriesgar más con la coreo mientras hacían su número de parkour.
No clasificadas
> ‘Gorgeous’, Axel Schylström
Coged ‘Voices‘ de Tusse y llevadla al autoestima y amor propio. Axel se presentó en el escenario con una canción descafeinadita y fácil que lo empoderaba mostrando sus cicatrices en pantalla, y debajo de la chaqueta transparente que llevaba. Un mensaje bonito, pero una canción que era tremendamente fácil pasar por alto.
> ‘Edelweiss’, Signe & Hjördis
Pobrecitas Signe & Hjördis, que realmente presentaron una cucada en un escenario complicado, en la semifinal con más posibles pases a la final del año. Ambas estuvieron pelín monjiles, con todo el atrezzo igual de monjil, pero su ‘Edelweiss‘ tenía ese puntito folkie-pop que siempre brilla cuando se presenta en condiciones.
A ratos nos llevaban de vuelta a las noches de verano de los años 70, un poco al lado más folkie de ABBA. Lo cierto es que fue una de nuestras favoritas de la noche, pero insistimos: lo tenían complicado.
> ‘Mera Mera Mera’, Emil Henrohn
Emil Henrohn se hizo un Vicco y presentó su canción, un bop pop-dance que podía haber tenido su puntito de encanto, disfrazado de estrella del pop de hace unos cuantos años. El número completo parecía sacado de un momento de humor del Melfest, con lo que el appeal para el público generalista fue escaso. Una pena, porque presentado de otra forma, sin ser gran cosa, podía haber jugado mejor sus cartas. Se pasó de glitter y brilli brilli; aunque la fantasía es que le quedó una performance muy Sharpay Evans.