Originalmente, Fórmula Abierta se creó con la intención de que fuera un grupo en el que todo desempleado de la primera edición de OT encontrara refugio por una temporada. Sin embargo, como la jugada salió muy bien en pleno fervor por cualquier cosa triunfitil, el grupo aguantó con más o menos el mismo line-up hasta su desaparición. Solo Álex Casademunt abandonó el barco para que Miguel Ángel Silva pudiera exhibir bíceps y él carrera en solitario. De las dos cosas, solo obtuvimos lo primero.
Sin embargo, desde que OT viviera su reencuentro en 2016, Fórmula Abierta sí que ha cumplido el propósito con el que nació. Al principio con un comeback a la vieja usanza, como trío por la ausencia de Mireya pero con el line-up original, pero después han pasado por Fórmula gente afiliada al SEPE como Verónica Romero, Enrique Anaut, e incluso Tessa en un amago de comeback que nunca se produjo.
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Y ahora la marca vuelve para su temporada otoñal con Javián —que dejó originalmente el grupo tras el fallecimiento de Álex—, Naim Thomas (?) y… ojo, Marta Sango, de OT 2018. La pobre Marta tiene el discutible honor de ser la primera componente del grupo no salida de la primera remesa (2001-2011) del concurso.
Y aquí vamos con el poder de saber decir “no”. Entiendo perfectamente que, como cantante, este es un trabajo que sale y que le servirá a Marta para pagar facturas. Pero honestamente, de cara a guardarse el mínimo as bajo la manga que permita a uno una carrera musical en el futuro, por improbable que esta sea, es casi mejor aceptar el trabajo de comercial telefónico, el de servir copas en el bar de turno o el de recepción en el centro de salud de la calle Sandoval.
Porque decir sí a Fórmula Abierta es como ser Cleopatra con los baños de leche de cabra, pero cambiando esta por kilos y kilos de caspa. Una caspa que a largo plazo no hay H&S que consiga quitársela a uno. Es un pensamiento súper cortoplacista y especialmente doloroso tratándose de Marta Sango, porque si bien no había conseguido tener demasiado éxito de público, sí había ido colando temas interesantes y bien planteados durante su carrera.
Hay ocasiones en las que decir “sí” en un momento de crisis supone decir “no” a muchas cosas en el futuro. Y esta es una de esas ocasiones. Hay facturas que es mejor pagar sin tener que hacer la coreografía de Poty para Te Quiero Más rodeada de dos señores de 50 años con gorrita de Señor Burns.
