Cuando arranca el último vídeo de Manuel Carrasco, ‘Hasta Por La Mañana’, uno piensa que la idea le ha quedado cuca. Que está él, en una azotea, cantándo rodeado de focos, con el cielo azul, con su estética de cantante pop setentero español… todo bastante bien traído. Y de pronto, una muchacha camina por Madrid canturreando su canción.
Bueno, sigue teniendo sentido. Él está en lo alto de la ciudad, ella va cantándola por el resto de los lugares. OK. Pero claro, de pronto hay unos invitados en el tema, Morat. Y Morat tenían la agenda llenísima de eventos para treintañeros que toman batidos de proteínas y tienen la ambición de abrir un bar, y no podían estar en la azotea de Manuel. Una azotea que posiblemente es un croma. En el croma que finge ser una azotea, vaya. Ni un segundo para pasarse por allí.
Entonces hay que solventarlo. Y tenemos a Manuel en la azotea, a Morat en un concierto, a la chica por la ciudad. Pero de pronto aparece otra chica. En otra ciudad. Fingiendo una escena de ‘Mr. Robot’ mirando a Manuel Carrasco aparecer en las pantallas LED como si fuera Sole Giménez a las 3 AM en Times Square para aquello de Spotify. Y luego aparece en coche por mitad del campo.
Recapitulamos: Manuel en la azotea, Morat en el concierto, la chica por Madrid, la de ‘Mr. Robot’, la que va por el campo. El señor que lo ve todo por la televisión. ¡Que agobio! Faltan El Chuli, El Pay, El Cabra, un robo a un banco, seis bailarinas de ballet en mitad del Moulin Rouge y un elefante sobre un balón.
Con lo mono que le hubiera quedado a Manuel Carrasco el topic principal: el cantando en la azotea, Morat apareciendo en las televisiones del set, la chica por Madrid. Y esto último realmente si acaso, porque tampoco era necesario: el setting para el vídeo era suficiente. Considerando que la canción también es lo que es.
Será tu rollo si: tus playlists son tan genéricas como el cargador de tu móvil, tu idea de ir de Festivales es pasar por el Dial Live 2023, tu sueño es abrir una mercería.