Lo malo de ser una artista que se pasa la vida siendo tendencia, es que en algún momento llega al punto de ir un poco a remolque y pasar al otro lado de la balanza. En el caso de Madonna, y con contadas excepciones, esto empezó a ocurrir en 2008, cuando se obsesionó con el sonido ‘Loose’ pasado ya el carro de aquel Timbaland. Y desde entonces -de hecho hasta el lanzamiento de ‘Madame X’, que mayormente iba muy a su pedo-, ha sido generalmente así.
De modo que poco nos sorprende ahora que Madonna llegue tarde a exprimir el remix de ‘Frozen’ que Sickick viralizó en TikTok hace unos meses. No porque el lanzamiento oficial del remix llegara con retardo -que también, pero menos del esperado-, sino porque Madonna ha iniciado una campaña para sacarle rendimiento ahora, en marzo de 2022.
Y ya se sabe que ha invitado a Swae Lee a participar en un nuevo remix de la canción, pero por ahora el que ha lanzado es el de Fireboy DML, que está disfrutando de su momento A-List en UK gracias a ‘Peru’, junto a Ed Sheeran. Podría haber quedado en lanzamiento anecdótico y seguiríamos todos a lo nuestro, pero no: es que Madonna ha anunciado ya que el vídeo oficial de esta colaboración se podrá ver en unos días. Es decir, que lo de aprovechar el tirón de ‘Frozen’ 24 años después de su lanzamiento va en serio.
Y lo peor es que, como muchas veces le ocurre también a la artista -y también con más asiduidad desde aquel ‘Hard Candy’- este tema vuelve a incumplir una básica del mundo pop: la Ley de Costas. Una Ley que indica con claridad que no hay que urbanizar lo que no es urbanizable. Y ‘Frozen’ es un ejemplo estupendo de ello. Márcate un remix etéreo, móntate una rave con ella, véndesela a Enya, conviértela en un himno del ASMR, pero no la lleves al urbano. Y es precisamente lo que Madonna está haciendo. Ella o tiene el favor de universo hip-hop o le sale un herpes. Y así lleva 14 años, claro, que no hay un Compeed que le solucione lo suyo.