Cuando ‘Operación Triunfo 2020’ desvelaba su mecánica, anunciando que los concursantes podrían defender sus propias canciones a lo largo del programa -de primeras a partir de la Gala 6, dijeron, luego ya tal-, lo que no imaginábamos es que aquello se tornaría en la churrería de canciones que ha terminado siendo. Bueno, imaginar sí que lo imaginábamos, porque estas cosas dan dinero, y más este año, sin vinculación directa a ningún sello.
Pero esperábamos que algunos concursantes se presentaran allí con temas propios, no que se los fueran produciendo en cadena, con tal de que al final de la edición cada uno tuviera el suyo. Y claro, así han salido la mayoría, que parecen canciones a media cocción a la que les falte un vuelta y vuelta. En cualquier caso, allá va nuestro anual -casi, en 2019 no hubo edición- ranking de singles triunfiles.
16 | ‘Historias Robadas’, Nick Maylo ★★★★★
Creednos que entendemos que Nick trataba de plasmar su historia personal en este primer single, pero la intensidad adolescente y el melodrama terminan desbordando el tema y es todo de un teatral e impostado que desvía completamente la atención de oyente. Podía haber sido una balada oscura y personal, pero el histrionismo del propio Nick al cantante le resta todo lo que podía haber sido algo a sumar. No es una composición especialmente memorable, y su segunda parte fracasa también al intentar vestirla de epicidad. Es al mismo tiempo “demasiado mucho” y “demasiado poco”.
15 | ‘Me Sabe A Sal’, Jesús Rendón ★★★★★
Al debut de Jesús Rendón se le ven las costuras en cada verso. Sí, entendemos las referencias a ese Sanz de finales de los noventa, a ese pop patrio que lideraba Ketama por algún motivo, e incluso podría haber sido mejor tema si se hubiera enfocado en sacarle el jugo al ritmo bossa y no al ir derivando en una producción Vale Music hacia su final. Pero es que el propio Rendón no está por la labor ni pone de su parte: es un perfil, el suyo, tan visto, tan manido, tan lo de siempre, que el colmo de males es que empiece dejando la esperanza de firmar algo elegante y lo torne en algo verbenero hacia el final.
14 | ‘Miénteme Lento’, Eli Rosex ★★★★★
La inspiración de Eli es, igualmente, bien obvia: ha puesto los ojos en un pop urbano de hace un par de décadas en España, y ‘Miénteme Lento’ también quiere sacar tajada de esos primeros dosmiles. La inspiración está on point, y se agradece la visibilidad tan poco habitual de una relación entre dos mujeres narrada con absoluta normalidad y sin tratar de convertirlo en algo reivindicativo, pero a ‘Miénteme Lento’ le faltan capas. Se hace aburridísima, porque la voz de Eli está absolutamente desprovechada de principio a fin, arrastrándola de forma lineal por toda la canción. ¿Lo peor? Que teniendo el perfil personal que tiene, esa interpretación vocal abre de nuevo el debate de la delgada línea entre lo confident y lo cocky.
13 | ‘8 Maravillas’, Nia ★★★★★
Este tema es ridículo. Punto y final. El único motivo por el que sale a flote es porque Nia es una maquina capaz de salvar lo más insalvable, y lo vende como si su vida dependiera de ello. Pero ‘8 Maravillas’ es una tema pensado por la Forta para hacerle promoción a Canarias. No se entiende que tenga ninguna otra intención. Se queda en el #13 por lo pegadizo del estribillo, aunque recurra, como 750 canciones en el último par de años, al espíritu ‘I Like It’ y las raíces cubanas. El single de Nia, si quería una base latina, debía haberse parecido más al ‘Dinero’ de Jennifer Lopez y menos a un extra del álbum de Ana Guerra. Sobran los clichés, y este catálogo de obviedades -tanto en letra como melodía- no hace ninguna justicia a su intérprete, infinitamente por encima de esto.
12 | ‘Oxitocina’, Chica Sobresalto ★★★★★
Esta posición sorprenderá a más de uno y dos, porque ‘Oxitocina’ es un engañabobos de manual. Presenta a Chica Sobresalto, la banda de Maialen, como una propuesta cool, invitable al festival de turno, radiable en Radio3, de la que puedes presumir con amigos sin que te saquen cantares por que es demasiado esto o demasiado lo otro. Pero es un desastre de canción, que se salva, como la de Nia, porque Maialen le echa un morro tremendo y la revista de espíritu rock con la voz. La instrumentación, que parece pertenecer a otro tema en buena parte de su arranque, no concuerda nada con la pista vocal, ni entre las distintas partes de la propia base. ‘Oxitocina’ es como tres canciones en una, y no en el buen sentido. Si habéis escuchado más canciones de la banda, os daréis cuenta de que es un esquema que se repite en sus composiciones: la intención está muy por encima de los resultados.
11 | ‘Dumb’, Eva ★★★★★
Habrá quien siga intentando vendernos la moto de que Eva ha cometido varios errores lingüísticos en ‘Dumb’ porque está hablando en slang, pero el resto del tema llega para avisar de que el manejo del léxico es bastante justito como para permitirse esas licencias realmente. Hay partes con errores y fin. Pero aunque la canción es un poco pretenciosa en su busca de seguir los referentes de Eva, al menos es popera, pegadiza, y aporta un perfil algo diferente que podría -con más tiempo y medios-, aportar algo diferente en el mercado español. Esperemos a que Eva se libere de las presiones del calendario. Por ahora, ‘Dumb’ es entretenida pero mucho más banal y simplona de lo que todos los involucrados en ella creen.
10 | ‘Al Santo Equivocado’, Ariadna ★★★★★
Ariadna fue un visto y no visto en ‘Operación Triunfo’, pero su voz, rota y soulera, parecía haber generado un interés que ella podría exprimir fuera de la Academia como vocalista. En ‘Al Santo Equivocado‘ no se le hace justicia a sus capacidades vocales: la canción empieza con ella al 75% y acaba con ella al 75%. Falta una explosión, una melodía mejor a la que aferrarse entre tanto drama algo lineal. Las posibilidades de Ariadna daban para una interpretación mejor, con una canción que permitiera más matices, que no resultara tan cargante, porque por costar, cuesta hasta reconocer el estribillo. Aun así, con el nivel que manejamos este año, esta apuesta por un sonido clásico cierra como algo decentito.
09 | ‘Calma’, Flavio ★★★★★
“Salga, usted ya no no importa, harto le afecta, mi humilde verdad”. Como vos lo indiquéis, alteza, si no os es baladí. ¿En qué siglo se compuso exactamente la letra de ‘Calma’? A ver, la canción de Flavio, como casi todas las de la colección, está muy a medio gas, tiene un punto Delafé gone pure pop que podría haber sido divertido y elegante al mismo tiempo, pero luego el estribillo nos resta toda la magia que el fraseo venía creando. Un poco pobre. Y puestos a plagiar el instrumental del ‘Waterfalls’ de TLC, lo suyo hubiera sido pagar los derechos y samplearla en condiciones. Pero claro, ya se nos dispara el presupuesto. Veremos si Flavio sigue experimentando con estos sonidos, y si los refina, si saca algo de partido extra a los mismos.
08 | ‘Fugaces’, Gèrard ★★★★★
Gèrard ha sido el último en estrenarse en esta edición. Lo ha hecho con una canción tierna, bonita, guiada -sin sorpresas- por la instrumentación de guitarra, y que por lo menos intenta desembocar en algo más ambicioso y darle una capita extra a la canción de cantautor. La producción es un poco amateur y suena raruna, pero por lo menos el perfil de él queda bastante claro, y todo el proyecto parece tener algo de ojo en este sentido. Quizá un estribillo más contundente, más claro, hubiera ayudado a digerir la canción, que se termina haciendo algo larga. ¿Somos nosotros, o este año una buena parte de ellos ha elegido un título que luego no se incluye en el estribillo?
07 | ‘Díselo A La Vida’, Rafa Romera ★★★★★
Sí, es tremendamente irritante. Somos conscientes. Es una canción que te puede sacar de quicio, de un concursante que te puede sacar de quicio, con un mensaje que te puede sacar de quicio. Pero, a pesar de ese buenrrollismo de manual, ese halo de felicidad sin importar nada, ese tipo de mensaje de ni blanco y negro, ni amigo ni enemigo, ni machista ni feminista, lo cierto es que ‘Díselo A La Vida‘ está bien ejecutada. Tiene un esquema claro, un buen estribillo y es tremendamente pegadiza. Un happy-go-lucky tremendo y eficaz. Apunta a su target, dispara y lo enamora. Otra historia es que seamos o no seamos su target.
06 | ‘Salté’, Anne Lukin ★★★★★
‘Salté’ es una de nuestras favoritas de la edición, en teoría. Y decimos en teoría, porque nos sirve más de intro para un álbum que de single per se. ¿No está compuesta más como un poema? ¿No queda uno expectante de escuchar el resto de la canción? Hay momentos en los que también se echa en falta un estribillo, por muy alegre, cuca y naïve que sea. Un poco de perfilar esa construcción hubiera venido bien, pero lo cierto es que la propuesta de Anne está cantada con absoluto gusto, es delicada, es reconocible para el perfil que tiene ella, y por ende, poco más se le puede pedir. Por cierto, ha sido la primera en lanzar un segundo single.
05 | ‘Fugitivos’, Bruno Alves ★★★★★
Le pasa un poco lo que a la de Rafa, pero sin el factor de irritabilidad: sí, lo de Bruno es un producto que ya está bien explotado en España, que hemos escuchado decenas de veces, que hay cientos de artistas haciendo. Pero, insistimos en lo que hemos dicho antes: visto el nivel de canciones a medio hacer, al menos es una buen composición. Recuerda a al pop rock de los dosmiles español -que tampoco es que haya avanzado tanto con las decadas, pero bueno-, está bien cantado, cuenta una historia que Bruno sabe vender y es eficaz. ¿Es original y pasará a la historia como canción? Pues no, pero al menos está unos pasos por delante de lo que han hecho muchos de ellos.
04 | ‘Demonios’, Hugo Cobo ★★★★★
Tres cuartos de lo mismo con Hugo: ¿ha inventado esto la rueda? Pues no. ¿Es una composición súper única? Pues tampoco. ¿Ha dado en la diana? Pues sí. ‘Demonios’ es lo que Hugo parecía ir a hacer y lo que ha hecho. Define muy bien su perfil: pop directo, sin historias, con un estribillo tarareable, bailable, macarra pero que le puedes presentar a sus padres y sin mucho rodeo para llegar al objetivo. ¿Lo único? Que teniendo un dance break trompetero en su segunda mitad, bien podía haber ido dando pistas en la primera, para que todo quedara bien hilado con el sonido. Le hubiera dado un puntito más de personalidad. Pero quién iba a darse cuenta moviendo los pies.
03 | ‘Me Iré’, Anajú ★★★★★
Empieza a estar un poco manido este perfil de la muchacha que frasea sobre bases entre el pop y el urban y que se ha convertido en el nuevo “perfil Malú” del pop español. Es decir, que empieza a haber este tipo de cantante por encima de cualquier posibilidad real, como ocurriera -y siga ocurriendo, con el del ejemplo que hemos puesto-. Pero por ahora, la propuesta aguanta sin sobresaturarnos del todo. ‘Me Iré’ es una canción bonita, bien hecha, sutil, bien cantada, sin caer en lo totalmente lineal y con el añadido de algún arreglo aflamencado que tiñe la base con cierto encanto. Habría que haber definido más la dirección para que no se confundiera con los productos de alguna antecesora en el propio concurso -y alguna otra fuera de él-, pero como presentación, pues muy bien.
02 | ‘Qué Sabrá Neruda’, Javy Ramírez ★★★★★
Dos melones a abrir con el tema de Javy: el primero, y el más obvio, ¿qué tipo de Javyer se escribe con y griega? Nos pone un poco nerviosos porque es como aquella edición en la que se llamaban cosas como Niccó, Roxxio o Naxxo cuando nadie hubiera tenido problemas con los nombres reales. En cualquier caso, centremos la atención en ‘Qué Sabrá Neruda’, que fue el primer single que conocimos de esta generación. Es una canción redonda y realista. El único hit de la edición, por motivos obvios: es una canción perfectamente comercializable porque está bien hecha. Sin peros, más allá de que a uno le guste más o menos el estilo de la misma y si nos lo permitís, el del fauxminismo chirriante de partes de la letra como “que no me da la gana que te toree cualquier chulo sin encanto”. Pero ya es ponerse picajoso. Tiene intención de himno y lo ha conseguido ser.
01 | ‘Sin Más’, Samantha ★★★★★
No ha ganado Javy este ranking, porque ya sabéis lo poco Antoniorozcos que somos en esta web. De modo que la victoria se la lleva el otro single redondo y sin muchos peros de la edición, el de Samantha. ¿Que tiene pinta de que no lo ha compuesto ella en absoluto y que esto era una canción de Carlos Sadness a la que la muchacha ha ayudado a poner letra? Pues sí. ¿Que Carlos Sadness la ha producido como un tema de Carlos Sadness para Carlos Sadness? Evidentemente. ¿Que ha quedado estupenda? Deberíais saberlo. Samantha ha dado forma -o fingido dársela- a un single sing-a-long, divertido, que la representa en esa letra de andar por casa y no andarse por las ramas. Ha quedado una propuesta fresca, divertida, y que podría ser un éxito de cara al verano si recibiera algo de apoyo mediático. Al fin y al cabo, ha sido, junto a Javy, la única capaz de abrirse camino en la lista de ventas real. Sin tener que recurrir a #1s en Google Play.