Once años después de hacerse con la victoria del Melodifestivalen con ‘Euphoria‘, posiblemente la canción más recordada de la historia reciente de Eurovisión, Loreen ha vuelto a conquistar al público sueco con ‘Tattoo‘, su candidatura de este año.
Loreen se ha impuesto con los votos del jurado profesional, que le ha otorgado 92 puntazos (de los 96 disponibles) divididos en las siguientes puntuaciones. Sólo Croacia no le otorgado el máximo a la artista. De hecho, incluso el público ha reaccionado confuso cuando se le han dado 8 puntos:
- Croacia: 8 puntos
- Austria: 12 puntos
- Letonia: 12 puntos
- Bélgica: 12 puntos
- Malta: 12 puntos
- Australia: 12 puntos
- Alemania: 12 puntos
- España: 12 puntos
Sumado a esto, Loreen se ha hecho con 85 puntos del televoto, que la han colocado también en la primera posición. La suma de 177 puntos la ha separado por 39 de los segundos clasificados, Marcus & Martinus, con 138 puntos para ‘Air‘.
‘Tattoo‘ es una propuesta que combina el EDM de los noventa y primeros dosmiles -ese puntito ‘Flying Free’, esa inspiración trance, ese bridge claramente influenciado por el ‘Frozen‘ de Madonna-, con una melodía súper reconociblemente sueca que evoca a ratos al ‘The Winner Takes It All’ de ABBA. La canción es una buena propuesta, pero gana enteros con su esenografía, muy dependiente del cambio de planos de cámara y de la interacción de Loreen con su staging. Al fin y al cabo, no tenemos que perder de vista que Eurovisión es un programa de televisión, con lo que es inteligente jugar así las cartas que se tienen.
Desde la semifinal en la que Loreen actuó por primera vez, Suecia se había colocado primera en las casas de apuestas para ganar Eurovisión, pero su porcentaje se ha disparado ahora hasta casi el 40% tras la victoria de ‘Tattoo‘. Veremos si el impacto de la performance en mayo retiene tantos seguidores.
Os dejamos con las actuaciones de Loreen en la final -donde por poco fallece ahogada por un fallo con la maquina de humo- y la de la semifinal, donde tuvo que repetir la performance por la presencia de un señor en el escenario: