Lorde ha tratado de cargar contra Kanye West y Kid Cudi en los últimos días, porque, según ella, los raperos habrían plagiado su puesta en escena del ‘Melodrama Tour’ en sus recientes actuaciones como Kids See Ghosts. En ambos casos, los artistas interpretaban canciones subidos a una caja de metacrilato gigante que colgaba sobre el escenario. Esto es lo que la neozelandesa tuvo que decir al respecto:
“Esto orgullosa de mi trabajo y es un halago que inspire a otros artistas, al nivel de que intenten probarlo en sus propias actuaciones. Pero no robéis, no a una mujer ni a cualquier otro, no en 2018 ni en adelante.”
Bien, de primeras, podríamos entender la acusación de plagio, a pesar del comentario “no robéis a una mujer”, que le ha quedado más demagógico que feminista en esta situación: los dos escenarios tienen mucho en común y es posible que Kanye West y Kid Cudi sacaran la idea de la actuación de ella en Coachella. Pero hay un giro argumental.
Primero, que la primera en robar parece ser Lorde: la idea y desarrollo de la caja de cristal no fue suya, como trata de dejar caer (“mi trabajo”) en sus Instagram Stories, sino de la artista y diseñadora británica Es Devlin, a quien la cantante ni se molesta en incluir en la historia.
Ha sido de hecho, ella, la que con toda la elegancia ha desmontado el argumentario de Lorde con un simple post de Instagram en el que puede verse el diseño de la adaptación de ‘Carmen’ en la Ópera Nacional Británica. Hace ahora 11 años. Según parece, la artista se vio inspirada en el montaje al colaborar con Lorde para su espectáculo, ese que la joven dice “le ha sido robado”.
Llamadnos locos, pero el argumento “no robéis a una mujer”, por absurdo que nos resulte en el contexto, quizás era también aplicable a sí misma. ¿Dónde acredita Lorde el trabajo la creadora del proyecto?