En toda carrera de una artista pop que se precie, llega el momento de ser woke. Ese momento en el que se montan su propio ‘American Life’, se ponen a debatir sobre política aunque hayan descubierto en sistema hace dos meses, todo les parece mal, se plantan una pancarta en la mano y se encadenan a los árboles del Paseo Del Prado con la esperanza de conseguir un par de entradas gratis al Museo Thyssen.
Y en esa fase está ahora nuestra Sindicalista Demócrata favorita, Taylor Swift. Después de pelear por los derechos de los trabajadores y los artistas en las plataformas de streaming, desafiar el mecanismo del capitalismo y pedir el voto para una candidata demócrata dejando totalmente SHOOK a Donald Trump, ha hablado del contenido de su siguiente álbum:
“Creo que definitivamente hay un trasfondo político en la nueva música que he hecho. No voy a dejar de animar a la gente joven a ir a votar y animarlos a hablar de lo que está ocurriendo en nuestro país. Creo que es una de las cosas más importantes que puedo hacer.”
La artista hace estas declaraciones a Elle porque todos sabemos que si por algo ha sido conocida TayTay hasta ahora, ha sido por su discurso político non-stop. Ella lleva forjando opiniones y arrastrando masas en lo social desde que en ‘Love Story’ denunciara las presiones a las que se ven sometidas las familias italianas enfrentadas entre sí. ¡Ya basta de lanzarse mutuamente macarrones!
De hecho, su último single ‘Me!’ podría parecer una canción de Taylor Swift en la que Taylor Swift habla de Taylor Swift, pero nada más lejos de la realidad: habla de las movilizaciones sociales en Francia y de cómo el pueblo consigue frenar siempre los gobiernos de ultraderecha en el país, manifestándose en las calles con paraguas y brilli brilli.