Geri Halliwell ha vuelto a la música (en el Reino Unido, porque lo que es a la música ya había vuelto con ‘Half Of Me’ en 2013), y lo ha hecho picando bastante menos que antaño, reconvertida en señora de su casa, baladista profesional y proyecto de ganadora de talent show del estilo ‘From Popstar To Operastar’.
Jengibre, que llegó a darnos hits de la altura de ‘It’s Raining Men’, ‘Ride It’ o ‘Look At Me’, se ha puesto más blanda que un paraguayo de la semana pasada en su comeback, ‘Angels In Chains’, aunque eso sí, ha justificado su intensidad con que el single es benéfico y en homenaje a su fallecido amigo y compañero de profesión, George Michael. Vamos, que la Picante ha apelado a todos los británicos a que hagan el favor de darle un hit, que la recaudación va para la asociación benéfica Child Line, y que ya está bien de su ausencia en listas de más de una década.
La cuestión es que el tema en sí, dentro de lo que es, tampoco es atroz. Es decir, vamos a dar una explicación y la redondeamos hacia el final: la melodía es bonita, tiene varias referencias a la carrera de George Michael en su letra y en los sutiles sampleos del coro góspel, y hubiera funcionado bien… si la hubiera cantado alguien que supiera cantar. Lamentablemente, Geri controla el spoken word mejor que nadie (‘Naked’, ‘Bag It Up’), luce las banderas de su país como ninguna, y toca el culo al Príncipe Carlos mejor que la propia Camila, pero cantar, no canta. Más bien maulla.
Y en la canción, empieza maullando bastante decentemente, pero hacia el final, se nota que se le ha ido la mirada al plato de Whiskas y de no ser porque el coro toma el control, ‘Angels In Chains’ hubiera sido el típico villancico de gatos que puedes encontrar en Spotify. Por cierto, Geri Halliwell -que no Horner, como se intuía que lanzaría el single- ya ronda el top20 del iTunes británico y es, atención, #3 en el español. Cómo se nota la herencia oscense.