La Picante Elegante es la reina de la autocrítica en un artículo del Vogue británico que recoge hoy El País. La cantante de hits como ‘Resentment (Elvis Song)’ habla de cómo estuvo obsesionada con su cuerpo, por adelgazar y por maquillarse cada día como para un challenge de gala3 de ‘Ru Paul’s Drag Race’. Después de ver algunas fotos del pasado, donde es cierto que ha habido veces que La Elegante ha llevado modelos que no eran tan ídem, Victoria le ha dicho a su yo del pasado: “Probablemente debería avisarte: no hagas tonterías con tus tetas. Lo he negado durante muchos años, resultó una estupidez. Fue una señal de mi inseguridad. Limítate a celebrar lo que ya tienes”.
Recordemos que la autora de los acústicos de ‘A Mind Of Its Own’ se quitó los implantes tetiles hace unos años, en una de las mejores decisiones que jamás se hayan tomado en el pop, al nivel de otras, como ‘The Emancipation Of Mimi’ o aquel momento en el que alguien lanzó la guitarra de Taylor Swift por la ventana y se hizo cantante pop.
La cantante también dice: “Aprende a aceptar tus imperfecciones. Y deja que tu piel respire un poco, ponte menos maquillaje. (¡Y no se te ocurra permitir que un maquillador te afeite las cejas! Las consecuencias durarán toda una vida). Siempre serás adicta a la laca de pelo, pero por favor trata de moderarte para que no tengas ese aspecto de: ‘Hola, ¡acabo de salir de un túnel de aire!’”. Es decir, que Victoria se veía espantosa en 2007, cuando The Return Of The Spice Girls, a pesar de que aquel corte de pelo se pusiera de moda: entre los redondeados senos, la delgadez, el maquillaje, el bronceador y el pelo al viento a golpe de laca, pobre mujer, se tiene que ver hecha un Rembrandt.
Lo que más nos fascina es lo de las cejas, porque recordemos que en la era ‘Not Such An Innocent Girl’, la Picante se las depiló para Dios-Sabe-Qué, en una de las peores decisiones jamás tomadas en el mundo del pop, al nivel de ‘Charmbracelet’ o aquella vez que Taylor Swift siguió metiendo canciones country en ‘Red’.
