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La gente que hace palmas a Álvaro Soler amenaza con huelga y con finiquitar su carrera

La gente que hace palmas a Álvaro Soler amenaza con huelga y con finiquitar su carrera

Si pensabas que ser palmero de The Elusive Choriza era lo más duro que podía hacerse en esta vida, es que no conoces la realidad de la carrera de Álvaro Soler. Antes de contarte cuál es la situación actual de la gente que trabaja para el cantante, vamos a ver si último vídeo, ‘Animal’, rodado en La Habana, que hará que comprendáis mejor el suplicio por el que su gente está pasando. Es, como diría Gloria Serra, una horda de drama en el imperio de Soler.

Como véis, Álvaro se ha marcado otro bop al nivel de ‘Sofía’ y ‘El Mismo Sol’, tirando de una fórmula similar: la inclusión de los ritmos de canción de misa en el pop, que tanto nos están haciendo disfrutar esta última temporada. De hecho, nosotros votamos por que su siguiente single sea un mash up entre ‘Volar’ y ‘Yo Tengo Un Gozo (En El Alma)’.

Pero vayamos al asunto que nos perturba, nos atormenta: ¿qué está pasando con el taller ilegal que tiene Soler montado en las barriadas más pobres de Andorra? Lo sabemos todo, sabemos que tiene HORDAS de gente trabajando doce horas al día dando palmas para que suenen en sus singles. Si os fijáis bien, todos los singles de Álvaro Soler contienen incesantes palmas, y él trafica con el producto como un empresario más.

Pero la realidad de sus fábricas de palmas es terrible: una niña de ocho años trabaja allí, al haber sido secuestrada después de escuchar el repiqueteo de sus manos jugando a ‘Don Macarrón Chistero’, y nos asegura, fuera de cámaras, que ni siquiera cobra dinero: Álvaro paga con los singles no vendidos de ‘Goin’ In’ de Jennifer Lopez a cambio de horas y horas de palmas.

La muchacha nos confirma que con los singles apenas saca para un par de chicles mentolados al mes, que el negocio de reventa de eBay está muy malo, y que para colmo de males, Flo Rida les puso una reclamación porque un single llegó rayado a su casa y la niña tuvo que mascar chicle del día anterior durante varias jornadas. Sin dejar de dar palmas, claro está, y sin el sabor a clorofila que la mantiene despierta mientras lo hace.

Con la situación así, no es de extrañar que los trabajadores hayan creado un sindicato, avalado por varios redactores de Bravo, con el que quieren mejorar su condiciones de trabajo: sus peticiones son claras, o Álvaro empieza a pagarles con singles de remezclas de ‘El Mismo Sol’ (sin Jennifer, que dicen que se vende mal), o dejan de dar palmas.

Y todos sabemos lo que ocurriría si las canciones de Álvaro se quedan sin palmas: Álex Ubago.

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