Si de algo se ha estado hablando en la última semana es de las posibilidades de que el hijo de Manu Tenorio estuviera viendo Eurovisión debajo de una sábana, protegido de una reprimenda de su padre. Pero además de sobre eso, también se ha estado hablando bastante de la participación de Israel en Eurovisión. Y no precisamente para bien, por motivos más que sobradamente obvios: tanto es así, que la gala de TVE perdió más de 10 puntos de share durante la performance de Eden Golan, que recuperó automáticamente al arrancar la postal lituana posterior. Está claro que el país, or whatever they call themselves ahora mismo, no está en su mejor momento de popularidad.
Precisamente por eso, la estrategia de todo este recorrido eurovisivo ha sido la de mostrar fuerza. Han movilizado a todos sus posibles votantes con la victimización de su intéprete, el mensaje de que somos todos terroristas y antisemitas, y han demostrado intención absoluta de arrasar en el Festival de Eurovisión como prueba de poder. Solo que les ha funcionado a medias.
Principalmente porque Israel ni siquiera mejor sus registros del pasado año: Noa Kirel dejaba ‘Unicorn‘ en la tercera plaza, mientras que Eden Golan ha terminado en quinta posición, detrás de Ucrania, Francia, Croacia y la canción ganadora, la de Suiza. De hecho, y a pesar de la intentona, apenas han sacado 13 puntos más que el pasado año: 375 frente a 362.
Israel no ha logrado ni siquiera su principal objetivo, el de ser el país más votado por el televoto. El país ha quedado por detrás de Croacia, que le ha sacado 14 puntos sin movilización a su favor, y apenas ha tenido 16 más que Ucrania, que salía a actuar en la peor posición histórica, la segunda.
Las cosas así, Israel ha movilizado a los suyos, sí, ha lanzado un mensaje claro y se ha intentado marcar una victoria en clave “vencerás, pero no convencerás”. Pero ni siquiera ha logrado eso: ni ha convencido, ni ha conseguido vencer. La cuestión es por qué siguen dejando que juegue a esto como juega con todo.
Dicho lo cual, os dejamo con la actuación de Iolanda por Portugal, que fue top10 este año y, además, llevaba una manicura preciosa en la final.