España ha cumplido: ha enviado por fin a Melody a Eurovisión con la peor canción posible, Esa Diva, que suena a descarte sueco de hace 15 años con un mensaje empoderador que España superó ya en 2009. Una auténtica fantasía barroca y surrealista que define perfectamente el espíritu del Benidorm Fest y su deriva en general: el amor por el fleco, la purpurina y la boa de plumas.
Tanto es así que los favoritos del jurado han sido los números de baile y lo que sea que haya sido lo de Melody como tal. El jurado ha votado como ganador el V.I.P. de J KBello, pero no lo ha blindado, dejándolo a solo cuatro puntos de distancia de la ganadora final, que ha recibido 80 puntos del público, 20 más que su compañero. Un total de 150 puntos que han dejado a Esa Diva a una distancia de 9 puntos de la segunda clasificada, Daniela Blasco, que cantar no ha cantado demasiado, ni tenía un tema demasiado redondo, pero a la que el jurado también ha preferido por encima de los temas de La Chispa y o Mel Ömana, porque como diría Rayden, estábamos aquí para elegir la mejor canción.
Con esto en la mano, Melody se dirige a Basilea, Suiza, en mayo de 2025 con su propuesta de mayo de 2007, donde espera mejorar los resultados de Nebulossa (22ª) y Blanca Paloma (17ª) a golpe de show de Gloria Trevi. No se sabe si cambiará algo de la puesta en escena, pero sinceramente espero que de haber alteraciones, sea para meter más elementos aún. Todavía hay segundos en los que se puede incluir la cabra, un señor tocando la pandereta, un cambio de peluca, una bata con plumas de flamenco, tres perros ladrando y dos explosiones de confetti a los lados. Si no, va a parar todo de un minimalista que Europa no alcanzará a entender.
Melody es símbolo de la España Cutre, que como ya he explicado en alguna ocasión, ser cutre también es un auténtico talento. Es la España de Camela, de los espectáculos disco de Roser, de la gala de Jose Luis Moreno. La España de “¡Coral a Eurovisión!”. La de la tasa alta de desempleo. No todo el mundo puede ser parte del club.
Y en el caso de la artista, conseguir serlo teniendo tablas y talento vocal es aún más valioso. Solo Mónica Naranjo remezclando Diva -curiosamente la misma palabra del título de Melody– se acercó al nivel de cutrerío que este año enviamos a Eurovisión. ¡Vamos a por todas! ¡España Cutre, formación!