A la pobre Kiesza el mundo le perdió la pista después del éxito de ‘Hideaway’, que se convirtió en uno de los mayores one-hit-wonders de 2014, llegando al top5 de media Europa y rozando el top50 americano. La muchacha lanzaba un álbum de escaso impacto, ‘Sound Of A Woman’, y un puñado de singles más, que, aunque dignos, no llegaban a ser tan resueltos como su debut.
Tres años después de aquel terremoto, Kiesza se ha puesto en manos de uno de los mayores y mejores productores pop de las últimas décadas, Stuart Price, del hombre a cargo del ‘Confessions On A Dancefloor’ de Madonna, pero también de hits de Scissor Sisters, Take That, Keane, Kylie, Pet Shop Boys o The Killers.
Ambos han conseguido dar forma a ‘Dearly Beloved’, su single de regreso, que no sólo aprovecha el rollo retro de ‘Hideaway’ y lo lleva más allá con una pista casi disco, sino que además, nos ofrece una estructura repleta de hooks, con una instrumentación natural y más bien poco digitalizada, que suena fresco, suficientemente radiable y suficientemente clásico al mismo tiempo. Kiesza se ha marcado un regreso que a la primera escucha está bien, pero a la tercera es una bomba de relojería.
Si esto no termina estallando en listas, más vale que la mujer se conforme con un perfil más indie pero siga regalándonos pequeñas joyas pop como ‘Dearly Beloved’.