Katy Perry es un payasete algo tristón en la discutida carátula de su nuevo álbum, ‘Smile’. Nosotros le veíamos algunos issues, pero su fanbase lo ha llevado al extremo, pidiéndole desde una plataforma tipo Change que la cambie por la edición fan de un muchacho, cuya carátula llegaba a compartir la propia artista en redes sociales.
Y el título del disco también tiene una canción que lo acompañe. Pero no es tan ‘apatía en el circo’ como la portada indica: en ‘Smile’, Katy Perry habla de cómo se sobrepuso al fracaso de ‘Witness’ y al ser diana de muchos medios y stans en el último par de años.
“Escribí la canción que titula al álbum cuando estaba saliendo de uno de los periodos más oscuros de mi vida, en el que había perdido la sonrisa. Todo este álbum es mi camino hacia la luz, con historia sobre fuerza, esperanza y amor.”
La canción es un pop funky que… un momento:
Katy habla de aprender de los golpes, de sobreponerse a los malos momentos, a que cada lágrima ha sido un aprendizaje… todo mientras en el estribillo trata de levantar el tema anunciando que ha dejado todo atrás y ha recuperado la sonrisa, tan fuerte que podríamos ver su brillo a distancia. Llega a compararla con la de Lionel Richie.
Ya podía haberlo aplicado un poco a la carátula del álbum, porque la sensación, más que “este es el álbum en el que os enseñó cómo conseguí volver a sonreir” es la “este es el álbum en el que Ana Guerra me dijo que, si estaba deprimida, no estuviera deprimida, y posé después de escucharla”.
La canción es mejor que ‘Daisies’ pero peor que ‘Never Really Over’, y sigue dejando a Katy un poco en esa tierra de nadie, de la que no sabemos si va a conseguir salir del todo. Esperemos que sí, no estamos para perder popstars a estas alturas.