¿Recordáis cuando, de pequeños, aprendíamos a leer a base de sílabas repetidas porque nunca se es demasiado joven para poder juntar ‘ma’ y ‘ma’ para poder utilizar cuanto antes la palabra ‘mamarracha’? Pues bien, parece que Justin Timberlake se ha basado en esos cuadernillos Rubio, en esos libros de diez páginas, en ese Barrio Sésamo en el que, por lo que fuere, un erizo se paseaba en pelotas por un barrio de vecinos.
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Justin Timberlake ha pasado por Rumanía como parte del festival Electric Castle. Y ha decidido estrenar nuevo tipo de show, ese en el que prácticamente solo deletrea. ¿Que suena Cry Me A River? Pues él canta “cr” y “ri”. ¿Que Can’t Stop The Feeling? Pues él “stop” y “the”. ¿Os estáis preguntando ya quién cantaba el resto de sílabas? Pues, efectivamente, el público allí presente, que se encargó de dar el 80% del show de Timberlake. Con suerte, había partes interpretadas por sus coros. Con poca suerte, estaba uno presenciando un precioso show instrumental que bien hubiera agradecido a la intérprete de Rozalén.
La gente de Rumanía acabó hasta la punta de su futuresexx y su lovesound, claro. Y lo peor es que el estilo de show, ese silábico en el que Justin, con suerte, interpreta el 3,2% de su catálogo al micrófono, se trasladó también al Lollapalooza de París. Aunque allí parece que tuvieron más suerte y estuvo algo más entregado, llegando a completar alguna frase completa. Ni Hodor se atrevió a tanto en Juego de Tronos.
Bien es cierto que en Rumanía, Justin estaba visiblemente incómodo bajo la lluvia. Claro, que también, con mínimas de unos 22 grados allí, estar cubierto con la ropa, el chubasquero, el gorro, la gorra y una toalla haciendo de bufanda… pues chica, acabas luciendo Isabel Vecina de Valencia. “Es muy incómodo, hace bastante calor, pero no queda más remedio que hacerlo así”.