Operación Triunfo‘, a lo largo de los años, nos ha dado una serie de estrellas súper interesantes del universo musical, pero lo que también ha sido históricamente es una fuente de delulu que nunca parece tocar techo. Incluso aunque, desde su edición de 2017, Noemí Galera trate de preparar a los concursantes para no caer en el pozo de la delusion posterior.

Es cierto que con el speech preparativo, las ediciones recientes nos han dejado mucho fiasco comercial y cualitativo, pero poco speech cucuísta per se. Menos mal que Hugo Cobo, que fue el quinto finalista de la edición de 2020, siempre parece dispuesto a darnos una ración supér camp de cómo tener un pie en el país de la piruleta.

Hugo Cobo está promocionando su nuevo single, ‘No Soy Uno Más’ (qué ironía, que diría Jennifer Lopez), y ha acudido al podcast PopTalks para hablar de la canción. Y de paso, ha contado cosas como que ahora mismo trabaja como chófer de una compañía privada de taxis. Punto a favor: no esconde que de la música no vive, que es un tabú para la mayoría de ex-triunfitos, y aprovecha para hacer un speech relativamente decente sobre la precariedad del trabajo en sí. Ahora bien, le añade un “no digo la marca porque esto intentando que me paguen, pero no me pagan”, que ya da pistas sobre por dónde van a ir luego los tiros:

“Pues ya está, tengo que darle un parón a la música ahora, porque tengo que estar pagándome mi comida. Pues hay que hacerlo. Ahora estoy de chofer, que no voy a decir la marca, porque estoy intentando que me paguen, pero no me pagan. Porque es que encima el sueldo no me llega ni a 500 euros, es una vergüenza.

No hay día que no monte en el coche a alguien que me reconoce. A las siete de la mañana hay mucho borracho, en fin, paro en un semáforo y se pone la gente a echarme fotos en el coche. O el de adentro grabando el trayecto. Bueno, también que la gente como que se cree periodista y también se montan en el coche y empiezan a preguntar… yo te contesto, sabes, pero hasta un límite.

Es como que aparte de estar aguantando ahí 9 o 10 horas, tengo que aguantar que se use mi imagen. Y yo que no soy nadie, mira lo que estoy viviendo pues… o a lo mejor lo estoy pidiendo, esto lo voy a decir públicamente también: voy a entrar acá, un curiculum a un bar, y me dicen “no, es que ahora mismo no estamos buscando a nadie”, pero ponte aquí en la puerta que se vea el letrero, vamos a echar una foto… ¡Joder tío! Yo podría estar viviendo entonces de mi imagen, todo el mundo que quiere fotos y que quiere todo, ¿entonces qué?… Pues estoy viendo que me voy a tener que ir de España y es que me voy a ir de España.”

La edición de Hugo, hace casi 5 años, promedió un 12% de share. Es la edición en abierto menos vista de ‘OT’ en su historia (sí, en share y espectadores estuvo por debajo de la cancelada de 2011, pero la televisión había cambiado mucho durante esos años). Con apenas dos artistas (Nia y Chica Sobresalto) rascando, con mucho esfuerzo, algo en el panorama musical, nos cuesta creer que Hugo crea que “podría estar viviendo de su imagen”.

Que también ha sido un problema histórico de ‘OT’: los concursantes confunden voyeurismo con fans, y acaban creyendo que sus seguidores los siguen con absoluto interés. Y no porque olvidaron pulsar “unfollow” pasada la edición. Sinceramente, dicho esto, me cuesta horrores pensar que, pasado tanto tiempo, a Hugo lo reconozcan en mitad de una noche en su taxi. Me cuesta mucho.

¿Que le habrá pasado alguna vez? No lo dudo. ¿Que le pasa a diario hasta el punto de pensar en irse del país? Good lord. Ni Ainhoa Cantalapiedra diciendo que “la pueden saludar en el metro, que no se corten”. Amor, no es que se corten, es que nadie sabe quién es. Pues aplíquese. La única explicación a esto es que Hugo esté trabajando en su ciudad de origen, que eso justificaría algo más las cosas.

Después dice lo de “ir a un bar y que le digan que no están buscando a nadie pero le pidan una foto”. Imaginamos a Manolo, en su bar de Murcia, reconociendo inmediátamente a Hugo. De hecho el día anterior le pidió una foto a Moritz y el anterior tenía a Miguel Ángel Silva firmándole una copia de ‘Mi Alma’. Y Hugo, si no están buscando a nadie, pues tampoco te van a dar trabajo a ti sacándoselo de la manga.

Finalmente otra frase que nos encanta es la de “encima de estar 9 horas, tengo que aguantar que se use mi imagen”. Como si la persona que le pide una foto -he buscado en redes, pero no he encontrado una sola foto de nadie con Hugo en el taxi-, fuera a utilizar su imagen en un anuncio de Pantene Pro-V y monetizarlo.

En fin, esperemos un diario online de Hugo cuando tenga que exiliarse a Kuala Lumpur para poder vivir sin los agobios de la fama. Y esperemos que se siente pronto en ‘Animales Humanos‘ para hablar con el muchacho vegano como “la discográfica no invirtió en él como en otros”, porque cómo no iba un sello a invertir en el 483º twink haciendo pop-rock en el último año. Se les va el presupuesto en las radios de DePol.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies