2017. Hacía un lustro que Rosa López no se decidía a lanzar material nuevo, o más bien, cinco años desde que otros no se decidían a lanzárselo. Por el camino, tal y como ella contó, Rosa se planteó abandonar el mundo de la música e iniciar su vida en nuevos proyectos alejados de ella, pero ‘El Reencuentro’ de ‘Operación Triunfo’ y su participación en ‘Tu Cara Me Suena’ le dieron las fuerzas para seguir adelante con su carrera artística.
Tampoco vamos a ser ilusos, lejos de su fanbase y de los cuatro gatos que seguimos con lupa el universo musical, tampoco había unas ganas tremendas de lo nuevo de la ganadora del primer ‘OT’, convertida hoy día en más bien icono televisivo de los primeros dosmiles e imagen del renacer eurovisivo que en cantante reconocida. Pero también es cierto que los que estábamos pendientes, teníamos curiosidad por ver con qué se venía López, después de tocar fondo con un disco homónimo en el que no se la pudo maltratar más desde su equipo y que fue ignorado por el público.
Así que Rosa reparecía con ‘Kairós’, un álbum álbum lejos de ser perfecto, pero sí posiblemente uno de los mejores de la carrera de la cantante, que ha venido dando bandazos desde su victoria en ‘OT’, moviéndola entre los boleros y el disco, el dance y el pop-rock sin saber muy bién qué hacer con ella.
Y eso que colocar a Rosa López en un estilo pop-soul, con unos tintes R&B, era lo más sencillo del mundo, pero en un país acostumbrado, hace 15 años, a las bandas de rock sin mucha vuelta de tuerca, y los números de verbena en su defecto, Rosa quedó en terreno de nadie, hasta que ha podido aprovechar su momento, este de ahora.
La pena es que ‘Kairós’, como decimos, el primer álbum que sitúa a Rosa como producto donde siempre debió estar, aparece en una época en la que Rosa parece haber dejado de saber cantar. Casi literalmente. Y es que la artista ya habló de sus problemas con la voz durante su entrevista en ‘Mi Casa Es La Tuya’, y afirmó haber recibido “inyecciones” de algo que no sabía qué era para aguantar en las giras de ‘OT’, hasta que su voz se rompió y nunca volvió a ser la misma.
Y esto podríamos incluso entenderlo; si miramos al panorama pop, son muchos los artistas que bien entrados en la treintena han perdido parte de su voz: ni Mariah canta como antes, ni lo hace Robbie Williams, ni siquiera grandes vocalistas como Christina Aguilera y Beyoncé tienen ya los registros de antaño, y tiran de algún truco y cambio de tono para alcanzar sus temas clásicos. Ese sería un problema menor.
El mayor es que Rosa, o ha perdido oído, o está terriblemente mal asesorada una vez más. Esta semana se presentaba en la gala Unicef de Canal Sur para interpretar ‘Sueña’ y ‘Ahora Se Quién Soy’, su último single. La primera actuación fue realmente trágica, no sólo ya por el constante desafine de la artista, que no encontró el tono en prácticamente toda la canción, sino porque además, también estuvo fuera de tempo en la mayor parte de la misma. Era como si Rosa estuviera cantando en su casa, sin importarle en absoluto el resultado.
Con su propio tema salió mejor parada, pero también demostró que su mala actuación en ‘OT’ no podía justificarse, como insistían sus fans, por una “gripe” durante aquella semana. De nuevo, los estribillos estaban desafinados, Rosa sufría al intentar alcanzar un tono imposible para su voz y los ad-libs, por llamarlos de algún modo, sonaron incluso dolorosos. No hay como mirar el gesto de la cantante al término de la actuación para darse cuenta de que las cosas no van bien.
Y ahora lanzamos la pregunta del millón. Con el panorama así, ¿va a lanzarse Rosa a sacar de gira ‘Kairós’? ¿Cuántos conciertos piensa dar para presentar el disco? Y lo más importante: sabemos que tiene ganas, pero ¿tiene fuerzas su garganta para sostener un tour ahora mismo?
Y sí, llegarán los fans de Rosa a hablar de que “está en su mejor momento”, y que “ha sido #1 en todas las plataformas” como quien habla de algo de lo que no se tiene mucha idea para ver si cuela y consiguen vender la imagen de que todo va estupendamente: ‘Kairós’ no ha pasado de las 12 semanas -resistiendo mediante firmas de discos, dicho sea de paso- en un top100 de álbumes de cifras bajísimas, pero bajísimas, durante el verano. Su anterior trabajo y mayor fracaso comercial, aguantaba 21.
Con las cosas así, seguimos sin saber muy bien qué hacer con Rosa, pero algo tenemos claro: o ella se toma un momento para aprender de nuevo a cantar, grabar material que esté dentro de sus posibilidades, y se olvida de querer sonar como aquella lejana -muy lejana- ganadora del primer ‘OT’, o quizá la idea de sumergirse en otros proyectos no es una locura tan grande. Todos nos merecemos un descanso.